El Oviedotendrá un refuerzo de lujo de cara al play-off de ascenso con la posible presencia del máximo accionista del club, Carlos Slim, en el partido del próximo domingo en el Carlos Tartiere ante el Cádiz.
El magnate mexicano, uno de los hombres más ricos del planeta, ha llegado a la capital en un momento clave para el futuro del club. Está en juego el regreso del Oviedo a la Liga de Fútbol Profesional doce años después de su descenso administrativo a Tercera División, en 2003.
El "ingeniero", como le conocen sus empleados, vendría acompañado de su yerno, Arturo Elías, que ha sido el principal valedor para que el grupo Carso -empresa que tiene la mayoría accionarial- desembarcase en la ampliación de capital de la entidad azul, que supuso la inversión de dos millones de euros y un cambio radical en la gestión y la planificación deportiva de la entidad.
La gran respuesta social y la implicación de los aficionados oviedistas en ese proceso de ampliación de capital, vital para la supervivencia del club, tuvo un final acorde con el esfuerzo realizado por el oviedismo con la implicación final de Carlos Slim.
La entrada del magnate mexicano en el accionariado del Oviedo era algo impensable cuando se puso en marcha el proceso de ampliación de capital. Al final, la decisión del grupo Carso se tomó por la pasión que los aficionados azules le pusieron a la defensa de sus colores. A pesar de la caótica situación económica de la entidad, el grupo Carso apostó por un sentimiento, convencido de que su inversión a largo plazo sería rentable en todos los aspectos.
Su comunicado oficial confirmando su inversión en el Oviedo era claro: "Este Grupo, sensible a las singulares y difíciles circunstancias por las que atraviesa el Real Oviedo, su historia dentro del fútbol profesional español y sobre todo por la extraordinaria afición que lo respalda, le han hecho decidirse por este proyecto de manera clara y determinante... Nos sumamos al empeño de devolver a la ciudad de Oviedo ya Asturias a un club de fútbol capaz de los mayores logros deportivos y de los mejores valores sociales". Los hechos que vinieron después han confirmado plenamente estas palabras.
El comunicado del Grupo Carso venía a poner el mejor colofón posible a la increíble historia de un club abocado a la desaparición que logró en quince días mágicos reunir 4 millones de euros, mitad por la generosidad de su hinchada, mitad por la intervención de uno de los hombres más ricos del mundo.
La primera piedra de la relación de Carso con el Oviedo se puso en diciembre, antes incluso de que se cumpliera un mes de su inversión. Artu ro Elías, yerno del "ingeniero", se desplazó para comprobar en primera persona cómo eran el equipo y la ciudad. Lo hizo acompañado de Joe Aboumrad, su mano derecha, y, en el último día, de Carlos Slim hijo.
Tras un período de distanciamiento con el consejo de administración que encabezaba Toni Fidalgo, en el que el máximo accionista se quedó al margen de la gestión directa del club, su cambio de estrategia se produjo en la junta de accionistas en la que Jorge Menéndez Vallina accedió a la presidencia,
La llegada de Joaquín del Olmo, amigo personal de Arturo Elías, en enero de 2014. fue el primer síntoma de que la implicación del grupo mexicano era rotunda y su inversión, a largo plazo, con unos planes claros de futuro y unos objetivos ambiciosos.
Del Olmo puso las bases en lo que restaba de temporada del nuevo proyecto del Oviedo a todos los niveles, con una amplia restructuración de las parcelas del club, desde la deportiva a la social, y un horizonte definido: conseguir devolver al Oviedo a la Liga de Fútbol Profesional en un plazo corto de tiempo.
Joaquín del Olmo, apoyado en Carmelo del Pozo, confeccionó esta temporada una plantilla con el ascenso en el punto de mira, con jugadores de experiencia en superiores categorías, comenzando por Esteban. A nivel deportivo, el equipo logró sus primer reto, ser campeón de grupo, lo que nunca había conseguido en Segunda B.
Esta circunstancia le da ventaja de cara al play-off de ascenso, y le permite gozar de dos oportunidades para lograrlo.
A nivel social e institucional también se han dado los pasos necesarios. Esta temporada, el Oviedo celebró la cifra de 15.000 socios, el objetivo que se marcó a principios de temporada, con Carlos Slim portando el carnet de abonado del club.
Además, el apoyo ha llegado también de una forma indirecta. Contar con Slim detrás es la mayor garantía a la hora de bus car patrocinadores y el club ha conseguido este año, por primera vez en mucho tiempo, un sponsor para la camiseta.
Otra de las fechas claves fue el 13 de diciembre de 2014. Tener al empresario mexicano detrás a la hora de negociar la deuda con los organismos públicos fue un seguro para el Oviedo. Prueba de ello es que el grupo Carso alcanzó un acuerdo con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social para estructurar el pago de los débitos que los azules mantienen con las administraciones públicas en los próximos seis años.
Solucionada la situación con Hacienda y Seguridad Social, el grupo Carso se planteó la necesidad de generar más ingresos para que el Oviedo tenga liquidez. Para ello, diseño una ampliación de capital en la que de nuevo volvió a dar un paso al frente en su implicación con el club azul.
La campaña impulsada desde México, con la convocatoria de una ampliación de capital de 17,5 millones, entra ahora en el tramo decisivo. Los 4,1 millones de deuda que el club tenía con Carso fueron cambiados por acciones, con lo que la participación de Slim en el Oviedo ya sobrepasa el 50%, concretamente el 58,45% a falta de completarse la última fase. Es la mayor participación del magnate en un club de fútbol de primer nivel, lo que da muestras del grado de implicación y cariño que siente por el Oviedo.
Carlos Slim también tiene participación en otros dos clubes mexicanos de Primera División, el Pachuca y el León, equipos de los que posee el 30% del accionariado a través de la empresa telefónica América Móvil. Además de ganar los dos últimos campeonatos (ambos con León), este club ha generado unos beneficios de 6,48 millones de euros, según datos facilitados por América Móvil. En agosto de 2012, Slim desembolsó 6,26 millones de euros en el club León y 14 en el Pachuca. Según los datos manejados por su empresa, la participación en León es ahora de 8,19 millones, y de 18,55 millones la de Pachuca.
Carlos Slim también se hizo en 2012 con el control del Mineros de Zacatecas, con el objetivo de devolver al equipo, que ahora milita en la Liga de ascenso de Segunda, a la Primera División.
La inversión de Slim en el fútbol mexicano responde, a la vez, al intento del magnate de luchar por los derechos de retransmisión de la Liga de fútbol en su país. Con su inversión en Pachuca y León, Slim rompió el control en los derechos de transmisión que tenían Televisa y TV Azteca, un duopolio del que no forma parte.
