El Marino de Luanco no pudo llevarse el partido amistoso de ayer pese a adelantarse en el marcador. El conjunto luanquín disputó el XXVI Trofeo "Villa de Grado" ante el rival que se encontrará en el primer partido de la liga el próximo domingo, el Mosconia, que acabó llevándose su trofeo con un resultado de 2-1.

La primera parte estuvo muy disputada pero sin suerte de cara a la portería para los dos equipos. La mala noticia la puso el marinista Omar Fernández que tuvo que ser sustituido en el minuto 20 tras un golpe en la ceja que le dejó una brecha. Ya en la segunda mitad llegaron los goles. Diego Polo fue el encargado de abrir el marcador para el Marino aprovechando un centro de Viesca tras abrir Luis Morán a la banda, en el minuto 53.

Sin embargo, al Marino le faltó organización por momentos y muestra de ello fueron los dos goles de la remontada local. Primero Rubén aprovechó un saque de falta de Josín y luego Blin, también con la asistencia del centrocampista, una contra que no supo gestionar el conjunto luanquín.

A la plantilla que dirige Adolfo Pulgar todavía le queda trabajo para acabar de acoplar el equipo y, para lograrlo, antes de la liga, le queda un partido copero.

Pendientes de las bajas. El Marino mira de reojo a los que faltan, de cara al partido del miércoles ante el Tuilla, el último de Copa Federación y el anterior al inicio de la liga. Y es que el golpe recibido ayer por Omar Fernández en la ceja hace que sea duda al menos para el encuentro copero y se une a los lesionados Llerandi y Álvaro Pozo, que no pudieron disputar el encuentro de ayer. Además, el club luanquín sigue sin poder tramitar la ficha de Luis Morán, por lo que puede afrontar el inicio liguero corto de efectivos.