El Oviedo Moderno ha sumado dos empates en las dos últimas jornadas. El de ayer es el primero en casa, donde había ganado todos los partidos disputados. Las carbayonas siguen invictas pero han visto cómo su ventaja al frente de la clasificación se reduce a cinco puntos sobre el Deportivo de La Coruña, su principal perseguidor, que ayer ganó 2-1 con un gol en el tiempo de descuento ante el Sardoma. Esta racha de dos empates llega después de que las ovetenses sumaran trece victorias consecutivas. Para clasificarse a la fase de ascenso a Primera División el Moderno está obligado a acabar la Liga en el primer puesto de su grupo.

Las de Ángel González no lograron superar el muro de contención que les puso el Atlántida de Matamá. Las gallegas se mostraron como un equipo rocoso y ordenado. El choque comenzó con dominio claro del Oviedo Moderno, pero aún así no eran capaces de crear ocasiones claras de gol. El Atlántida de Matamá replegaba sus líneas creando una barrera difícil de franquear por las carbayonas.

Al conjunto asturiano le costaba circular el esférico por el centro, por lo que intentaban vascular el juego hacia las bandas. Desde el costado derecho llegaría una de las ocasiones más claras para el Moderno: Celia puso un magistral centro desde la derecha que remató Erika dentro del área obligando a una defensa pontevedresa a despejar bajo palos. Las gallegas respondieron con un remate de cabeza de Noelia que pudo costarle caro al Moderno.

En la segunda parte el partido cogió algo más de ritmo. Las locales aprovecharían el desgaste de su rival para seguir dominando con claridad. Pero sin ocasiones. El Oviedo Moderno llegaba sin peligro. El Atlántida de Matamá enseñó su cara más conservadora, con un equipo encerrado atrás y cuya única aspiración de gol era salir a la contra. Sin embargo, a las gallegas les faltaba gasolina para conseguir finalizar sus jugadas con peligro.