El Avilés de División de Honor se juega esta mañana su futuro en la categoría en el partido que cierra la Liga. Lo bueno para los discípulos de Iván González es que dependen de si mismos y un empate ante el Sporting les salva; lo malo es que el rival es el segundo clasificado y uno de los equipos más fuertes de la Liga.

Los gijoneses se juegan poco porque no pueden alcanzar al líder Celta y, aunque pierdan la segunda posición ante el Dépor, jugarían la Copa del Rey como mejor tercero de la categoría. Su única baza para disputar la copa de campeones como mejor segundo es ganar en La Toba y que el Atlético de Madrid pierda su partido con el Colegios Diocesanos.

Los cálculos están claros. De cinco equipos implicados (Marina Sport, Alondras, Santiago de Compostela, Areosa y Avilés) bajan tres, y los tres últimos dependen de si mismos.

El Avilés, si pierde, necesita que el Oviedo gane a domicilio al Areosa, que pierda el Santiago en casa con Bansander, o que el Alondras no pase del empate en su campo con el Roces. Los avilesinos bajarían en un triple empate a 33 puntos con Santiago y Marina, que recibe al Dépor.

El técnico avilesino, Iván González, tiene a todos disponibles y tendrá que hacer seis descartes.