El liderato se pondrá en juego el próximo domingo (12 horas) en El Molinón. Los guajes de José Alberto López se han ganado, con su extraordinaria goleada de ayer en Gernika, el derecho a soñar con encabezar la clasificación de su grupo en el fútbol bronce. Ni las numerosas ausencias, ni dos penaltis en contra, ni el hat trick de Abaroa lograron frenar a un Sporting B que marcha lanzado y que se está convirtiendo en el equipo de moda del fútbol de bronce. Para que no falte de nada, en el encuentro debutó en Segunda B el extremo internacional juvenil Pelayo Morilla, con sólo 16 años.
El tercer triunfo consecutivo del filial rojiblanco es un golpe de autoridad en un campo complicado, del que el Sporting B sale reforzado para completar su asalto al liderato tras el tropiezo del Mirandés ante el Leioa. Ni siquiera un tempranero gol de un correoso Gernika frenó a un equipo en estado de gracia de cara a puerta. Sin embargo, le tocó sufrir mucho en la segunda mitad para mantener el decimotercer triunfo de la campaña. Un doblete de Pablo Fernández, añadido a los tantos de Pedro Díaz, Cayarga y Traver hicieron posible un paso más en una temporada de ensueño de los de Mareo.
El Sporting B, con nueve bajas y algunas novedades, pronto se vio con el marcador en contra. Un presunto agarrón de Víctor Ruiz a Pradera acabó con un penalti transformado por Abaroa. El Sporting B respondió a este gol con seis minutos mágicos en los que lograron tres goles y encarrilaron la victoria. Un disparo de Pedro Díaz cerca de la media luna igualó la contiende. El segundo gol llegó tras un saque de esquina Cayarga que cabeceó Pablo Fernández en el segundo palo. Lejos de conformarse, el filial siguió atacando y Cayarga logró el tercero en un libre directo desviado por la barrera. Ya cerca del final de la primera mitad, una contra letal la transformó Traver para confirmar la eficacia total de los asturianos, que consiguieron un contundente 1-4 en unos minutos para enmarcar.
El Gernika salió con mucho ímpetu tras la reanudación, y una mano de Isma Aizpiri supuso una nueva pena máxima favorable a los locales, de nuevo anotada por Abaroa. Dani Martín, con algunas paradas de gran maestro, retrasó un mayor acercamiento en el marcador, que se produjo cuándo Abaroa en acción a balón parado colocó el 3-4 a falta de veinte minutos para el final.
Los vizcaínos arriesgaron metiendo más efectivos en la zona de ataque, y los asturianos sin balón pasaron apuros en su propio campo. Tras superar los peores minutos, aparecieron los espacios, y tras desaprovechar varias contras, en un saque de banda, una genialidad de Pablo Fernández, que recogió de espaldas y se llevó el balón con la ayuda de la zaga local para conseguir el definitivo 3-5.
Los minutos finales sirvieron, por ejemplo, para que Pelayo Morilla debutase en Segunda con 16 años. El Sporting B va en serio y no parece acusar las ausencias. El filial intentará vestirse de líder ante el Mirandés.
