Con la cabeza muy alta

Se esfumó el sueño del ascenso para el Sporting B. El filial sportinguista estuvo durante nueve minutos clasificado gracias al gol de Cayarga, pero de nuevo Nino se convirtió en pesadilla para dar el pase a la última eliminatoria a un Elche que, por ocasiones, mereció el triunfo. Sin embargo, el conjunto de José Alberto López se fue con la sensación de que el colegiado Gálvez Rascón no midió con el mismo rasero a unos y otros, lo cual desquició a un conjunto gijonés que ha firmado una temporada de otra categoría. La derrota no empaña su histórica campaña.

El 2-1 de la ida obligaba a los rojiblancos a buscar el gol. Pero, sorprendentemente, el equipo de José Alberto López no perdió la cabeza en ello. Sus síntomas eran inequívocos de que había mucho tiempo por delante para buscar su objetivo en un duelo con un ambiente diferente desde el inicio. En las gradas y también en el terreno de juego. El Elche maniató a un Sporting B más impreciso que de costumbre, al que le costó superar con el balón controlado la primera línea de presión del equipo de Pacheta.

La mayor noticia de la primera mitad, además de la lesión de Traver al que suplió Cayarga, se encontraba precisamente en que pocas acciones de reseña destacaban, un aspecto que era difícil de valorar si se trataba de una nota positiva o negativa para los intereses rojiblancos. La única y primera aproximación de la primera mitad de los gijoneses fue un disparo alto de Isma Cerro, mientras que el Elche tuvo como bagaje los disparos de Manu y Javi Flores a los que respondió con acierto Dani Martín.

Hubo que esperar sólo unos segundos para ver el cambio de mentalidad del Sporting B en la segunda mitad, pero sin embargo, el Elche tuvo en su mano la eliminatoria. Javi Flores vio como Cordero desbarataba en la línea de gol un remate que se colaba llorando en la meta local, Benja disparó al lateral de la red y de nuevo Javi Flores erró con todo a su favor. A ello se le sumó un remate de cabeza de Verdú que chocó en el poste de Dani Martín.

En el recuerdo de todos sobrevolaba lo ocurrido 24 horas antes en el duelo de Segunda División entre el Zaragoza y el Numancia, en el que los maños perdonaron a su rival y lo acabó pagando. Pues la historia se reescribió, al menos, por unos minutos. Porque el Sporting B llegó y asestó su golpe en un saque de esquina de Víctor Ruiz que se paseó por todo el área hasta que Cayarga lo remató en el segundo palo ante el júbilo en las gradas. El filial rojiblanco, estaba clasificado con el 1-0.

Los de José Alberto se hicieron con el partido, pero hasta donde le dejaron. El arbitraje, nunca le favoreció y le desquició por completo con dos varas de medir bien opuestas. Para muestra una falta de Neyder como último defensor que quedó impune y otra sobre Claudio que acabó en el gol de Nino. Otra vez el delantero almeriense hacía el empate. Con el filial volcado, Sory Kaba puso el 1-2 que fue recibido con aplausos en las gradas para agradecer la encomiable temporada del Sporting B, que caía eliminado con la cabeza muy alta.