"Que pase cuanto antes y que no se manque nadie". Fueron las palabras de un futbolista del Colunga antes de salir a calentar. Ese era el sentimiento general en Ganzábal, tanto por los contendientes de una parte como de la otra. Los futbolistas del Colunga llegaron escoltados por seis agentes, pero no hubo que lamentar ningún incidente. La rifa del Langreo tampoco fue la habitual de otros encuentros. No se sorteó un jamón, sino un lote de camisetas de fútbol blancas, numeradas del 2 al 14. Para Marcos Arango, jugador del Colunga, la situación fue "un cachondeo, yo no jugaba desde abril y ayer entrenamos ocho; teníamos que estar viendo el Uruguay-Portugal y no aquí". Dani López, del Langreo, no recuerda "una situación con tanta vergüenza en un campo de fútbol, pero cumplimos el objetivo". El técnico del Colunga, José Luis Rodríguez, admite que "teníamos claro que iba a ser una pachanga", mientras que Hernán, entrenador del Langreo apuntó que "tras pedir un último esfuerzo a los jugadores, tenemos unas merecidas vacaciones".