El porteo decidió la carrera. Los únicos que decidieron poner pie a tierra en La Boticaria fueron Julio Martínez y Rubén González. "Sabíamos que iba a ser determinante", explica Julio Martínez. El cántabro, a sus 48 años, es el hombre-récord del Descenso, con once triunfos y veintiún podios a sus espaldas, aseguró que "hemos ido tirando para ir cómodos, a la mitad del río decidimos guardar fuerzas para llegar bien a la ría". Martínez cree que "antes del porteo habíamos dado tres tirones que afectaron a los sudafricanos y creo que eso ayudó a Milín y Pedro" y añade que "la corriente les ha favorecido en el final, creo que eso decidió la carrera".

Respecto al porteo, para Julio Martínez, "en cuanto pudimos, fuimos a por ello, llegamos un poco tarde, si nos hubiésemos decidido antes, habríamos ganado". Su compañero de piragua, el también cántabro Rubén González, explicó que "la decisión estaba tomada antes de la carrera y hemos optado por lo que estaba preparado". González cree que "hemos tirado mucho y la carrera ha estado muy reñida".

Los sudafricanos Hank McGregor y Andy Birkett, que finalizaron en tercer lugar, se mostraron "un poco decepcionados, lo intentamos pero no pudo ser y le damos la enhorabuena a los ganadores".

McGregor destacó que "es una carrera muy dura, pero estar aquí es una experiencia genial y me encantaría volver en el futuro". Para el sudafricano, "el Sella es un río que cambia constantemente, ayer entrenamos, pero hoy era diferente". Su compañero de piragua, Andy Birkett, tercero en 2014, apuntó que "las cuatro embarcaciones estuvimos peleando hasta el final, fue una gran carrera" y añadió que "habíamos decidido no portear desde el principio".