A Javi Rodríguez el enfado se le vio en la cara pero no se le escuchó en sus palabras tras perder por 81-83 ante el Palencia. El técnico gallego del Liberbank Oviedo se mostró orgulloso de su equipo y evitó hablar del arbitraje, algo que dijo que no hará nunca. "Solo me preocupo de las cosas que puedo controlar. Nosotros jugamos duro, tenemos dos postes duros, y se cargan de faltas. Nunca me quejaré del árbitro pero nosotros jugaremos duro siempre, al límite, y si nos pitan faltas es lo que toca", zanjó.

En cuanto a su equipo, se mostró orgulloso: "No puedo decir nada al esfuerzo ni al trabajo de los jugadores. Estos tíos se han dejado el alma", añadió. Sí reconoció que la toma de decisiones al final no fue la más correcta: "Hay que ser un poquito más inteligentes, hemos tomado cuatro o cinco decisiones desacertadas en el final del partido. Si queremos ser un equipo importante en esta Liga tenemos que jugar más inteligentes, sabiendo donde poner el balón en los momentos en los que estamos cansados".

En opinión del entrenador, al Liberbank Oviedo le pesaron las bajas y el cansancio acumulados: " Vamos cansados, justos de rotaciones, hemos tenido problemas de faltas y cada vez hemos leído un poquito peor el encuentro". Eso sí, destacó la ayuda de Antón Bouzán y Alonso Meana, jugadores del filial, que poco antes habían disputado ya otro encuentro. "Si tengo que tirar de ellos no lo dudaré", añadió.

A pesar de la derrota, Javi Rodríguez se mostró optimista: "Las cosas cuando se hacen bien llegan y llegarán".