Por suerte o por desgracia, los partidos de baloncesto duran cuarenta minutos. Al Teslacard Círculo Gijón se le hizo largo el duelo ante el Marín Peixegalego, que solo pudo superar a los de Nacho Galán en el momento decisivo, en el último cuarto. Hasta entonces, los gijoneses firmaron un partido muy completo que invitaba a la ilusión por lograr el primer triunfo a domicilio que se resiste al caer por 82-68.

El equipo de Nacho Galán realizó un muy buen inicio de partido, esperanzador, dominando todas las situaciones y encontrando cómodos tiros a canastas que estuvieron apoyados por el acierto de los gijoneses. Especial mención se llevó Martyce Kimbrough, siendo una amenaza lejana para un Marín Peixegalego errático. A pesar de ello, el Teslacard solo se fue con 18-19 al término del primer cuarto. Una renta escasa por lo visto en la cancha.

Los gijoneses circulaban el balón y en defensa se mostraron intensos, a la par que intimidatorios, venciendo en el contacto en la zona con Swift y Osayande. El americano también demostró tener buena mano en la cancha gallega, apoyando a un Kimbrough desatado para situarse 23-33. A pesar de su buen juego, dos malas transiciones defensivas apretaron el marcador para irse al descanso con 34-37 y todo por decidir.

El parcial de 7-0 de salida de Marín parecían traer oscuros recuerdos que despejó Swift, con gran acierto desde la media distancia, donde se mostró impecable para mantener al Teslacard en el duelo con 59-57.

En el último cuarto, desapareció el acierto gijonés y apareció Jordan y Badmus en los locales para encaminar el duelo en favor de los gallegos, más abultado de lo acontecido en la pista.