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Nadie olvida a Quini

Un emocionado Falo Castro representa a la familia en el primer aniversario de la muerte de El Brujo | "Queda poco por decir de su gran corazón", afirma el capellán Fernando Fueyo

Nadie olvida a Quini

"La muerte no es el final del camino. Los que mueren no rompen su relación con nosotros". Fernando Fueyo, capellán del Sporting, ofició la misa con motivo del primer aniversario del fallecimiento de Quini, celebrada ayer en la parroquia de San Nicolás de Bari de Gijón, de la que además es párroco. Un acto marcado por la convicción de que a El Brujo "no vamos a olvidarle nunca" y por la permanente emoción del pequeño de los hermanos Castro, Falo, encargado de agradecer, con abrazos, las multitudinarias muestras de cariño que en los últimos días, y en éste en concreto, ha recibido. La viuda, Mari Nieves, todavía muy afectada por la pérdida, evitó acudir al acto. Junto a ella se quedaron sus cuatro hijos. El Sporting, ampliamente representado, en todos sus estamentos, acompañó a la familia junto a excompañeros, amigos, aficionados al fútbol y ciudadanos que, de una u otra manera, vivieron cerca de Quini.

"Todavía tenemos en la retina, y en el corazón, la multitudinaria despedida que le dimos en El Molinón, convertido en templo", inició Fernando Fueyo la ceremonia, concelebrada con los sacerdotes Luis Miguel Menes y José Manuel García. "Disculpamos la no presencia de algunos miembros de la familia. Comprendemos que no quieran revivir los pésames de aquel día", prosiguió el capellán del Sporting en lo que quiso se convirtiera en "un acto sencillo, como así lo ha deseado la familia". "Debe quedar ya poco por decir de Quini. De sus gestas deportivas. De su gran corazón, que le falló", añadió el cura, quien jugó con la palabra "eterno" para dar recorrido a esa vida que hay detrás de la muerte. "Porque todos nacemos para morir, pero también morimos para vivir", sentenció.

Fueyo, tras un altar vestido con la palabra "misericordia", tomó nuevamente la palabra antes de dar la bendición para, en representación de la familia de Quini y del propio Sporting, subrayar el agradecimiento por todos los recuerdos brindados en los últimos días a El Brujo. Al frente de las dos grandes filas de bancos que presiden la zona central de la amplia parroquia de San Nicolás de Bari, Falo Castro, junto a María José, su mujer. Más a su izquierda, en la fila contigua, Javier Fernández, presidente del Sporting; Javier Martínez y Ramón de Santiago, consejeros, y José Alberto López, entrenador del primer equipo. El también consejero Fernando Losada igualmente estuvo en la misa. Al fondo del templo se situaron varios de los futbolistas de la primera plantilla, como Canella, Carmona, Pablo Pérez, Nacho Méndez, Álex Pérez y Dani Martín. El cuerpo técnico del primer equipo contó además con la presencia de Javi López y Jorge Sariego, mientras que la lista de empleados del club rojiblanco fue extensa. Desde Leli Rubiera, jefe de prensa, pasando por los utilleros Jorge Luis García y Pablo Caso; Mario Cotelo, delegado del equipo; Pepe Acebal, responsable de logística e instalaciones; Carlos Barcia, encargado de organización y marketing, o los exjugadores Redondo y Cundi, responsables del área social.

"Era un fenómeno. Amigo de sus amigos. Un hombre muy cariñoso", recordó Juan Eraña en uno de los muchos corrillos que se formaron en torno al templo donde futbolistas del Sporting de diferentes generaciones se reencontraron para desempolvar anécdotas en un día señalado por el recuerdo a Quini. "Cuando llegué al Sporting tenía 18 años y él era uno de los veteranos. A los jóvenes nos acogía enseguida", añadió el onubense Andrés, cómplice y testigo de muchas de las bromas que acompañan la leyenda de El Brujo.

"Era una persona emblemática a la que no olvidaremos nunca", subrayó Abel, compañero de delantera de El Brujo en algunos de los mejores años del equipo. "Éstos son días triste por el recuerdo de su pérdida, pero nos quedaremos siempre con lo gran persona que demostró ser más allá de sus triunfos en el fútbol", comentó Alonso, "Miluca". "En el recuerdo quedan muchas cosas y, especialmente, los primeros tiempos. A Quini me tocó marcarle en la etapa en la que ambos éramos juveniles", señaló Francisco Javier Uría, el que fuera futbolista de Oviedo y Sporting. El vínculo de Quini con el conjunto azul estuvo muy presente a través de Vicente González-Villamil, presidente de la Asociación de Veteranos. "¿Sabe qué echo mucho de menos? El mensaje que me enviaba después de cada partido del Oviedo. Es el día de hoy que, a pesar de que no está, sigo mirando el teléfono", comentó emocionado.

No faltaron otras leyendas rojiblancas como Ciriaco Cano o Manolo Jiménez, que encabezó la representación de la Asociación de Veteranos del Sporting, que en estos últimos días, a través de su presidente, Joaquín Alonso, ha rescatado vivencias como la que él mismo contó en uno de los vídeos realizados por el club para recordar la figura de El Brujo. "La primera vez que coincidí con él fue en el campo del Langreo, en un partido en el que nos llevaron a varios del filial como complemento de los jugadores del primer equipo. Él empezó 'ji, ji, ja, ja' (a reírse), pensaba que lo hacía por mí, pero en realidad era por uno que estaba detrás de mí. Menudo corte llevé. Él siempre fue muy cercano", señaló el jugador que más veces vistió la camiseta del Sporting.

Diferentes sectores de la afición sportinguista contaron con representación en la misa en recuerdo al siete veces trofeo "Pichichi". Víctor Sánchez y Jaime Álvarez acudieron por parte de la Unión de Peñas Sportinguistas, Unipes. Alfredo Medina representó a la peña que toma el nombre de Quini, en Gijón, desde que se fundara oficialmente en 1979. Peñistas de otros puntos de Asturias también se encargaron de acompañar a la familia y demostrar que el paso del tiempo no evita que Quini continúe muy presente.

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