Iker Casillas apeló ayer a la "tranquilidad" ante la cascada de rumores que apuntan a su inminente retiro. "Retirarme, habrá un día que me tenga que retirar. Déjenme anunciar dicha noticia cuando llegue ese momento. Por ahora tranquilidad", escribió el español en su cuenta de Twitter. El pronunciamiento del madrileño surge dos días después de que el presidente del Oporto, Jorge Nuno Pinto da Costa, dejase entrever que el club tiene asumida su retirada y admitiese que ya está buscando un sustituto.