El Marino rompió su buena racha de resultados en Miramar, al caer ante un Coruxo que aprovechó las facilidades locales para llevarse los tres puntos. Los de Oli marcaron dos goles en propia puerta y acabaron con un jugador menos tras el penalti de Pablo Pérez que dio origen al 1-2.

El inicio de partido fue muy favorable para el Marino, que se adelantó a los cuatro minutos con un tanto de Mika, que aprovechó un centro de Guaya para estrenarse como goleador marinista. Los locales llevaban el peso del encuentro y llegaban con facilidad al área viguesa. Poco después del cuarto de hora, Saha tuvo una gran oportunidad tras un buen centro de Luis Morán, pero el remate de cabeza del senegalés salió rozando el poste derecho de Alberto.

El Coruxo no creaba peligro, mientras que los de Oli dispusieron de dos nuevas oportunidades para ampliar su ventaja. A los 29 minutos, Mika estuvo a punto de marcar en un cabezazo y solo dos más tarde Alberto evitó el gol tras blocar un centro-chut de Luis Morán. Los gallegos solo inquietaron a Javi Porrón a los 38 minutos, tras un lanzamiento de falta de Crespo que el portero luanquín rechazó con solvencia.

En la segunda parte el panorama cambió por completo. A los tres minutos llegó la igualada tras una falta innecesaria de Iván Fernández que Miguel Prado acabó introduciendo el balón en su portería. El tanto en contra descompuso al Marino, que perdió la iniciativa y el sitio en el terreno de juego. Saha dispuso de una doble oportunidad en el minuto 70, pero Alberto las desbarató. En el 72 llegó el 1-2, como consecuencia de un derribo de Pablo Pérez a Silva. El propio delantero se encargó de transformar el penalti, que además supuso la expulsión del central gallego que milita en el Marino.

En inferioridad numérica, el Marino lo intentó a base de pundonor, pero con muy poco acierto y el Coruxo no pasó por apuros. En el añadido incluso aumentó su ventaja con un nuevo gol en propia puerta. Lora superó con una vaselina a Javi Porrón, fuera de la portería para recibir un balón raso. Tras la derrota, el Marino vuelve a puestos de descenso, de los que sale el Coruxo, que además tiene un partido pendiente contra el Melilla.

El entrenador del Marino, Oli, reconoció que "hemos desaprovechado una gran oportunidad porque con 1-0 al descanso la cosa pintaba bien. El problema fue no haber matado. Hubo hay un momento, diez o quince minutos, en los que ellos estaban un poco noqueados, y tuvimos para marcar el 2-0. Después del descanso hicimos cosas mal. Hay que hacer autocrítica. Nuestra solidez es dejar la portería a cero. Volvimos a regalar un gol en una falta lateral, que además cae a la altura de la cintura. El penalti es evitable también. Tal como estaba el campo hay que medir mucho las entradas en el área y al borde del área. La segunda parte, en general, no me ha gustado nada. También es verdad que con el campo en estas condiciones los partidos son un cara o cruz".