La cara de Javi Rodríguez transmitía ayer paz y tranquilidad. La de alguien que por fin ha puesto orden en un equipo que por momentos dio la sensación de que se deshilachaba, al que le faltaba consistencia y al que siempre le pasaba algo negativo. Los ajustes en la plantilla, con la salida de tres jugadores y la llegada de Sanz y Geks, ha cambiado el cuento y eso lleva a Javi Rodríguez a asegurar que "este equipo ha vuelto". "El esfuerzo de este equipo, el coraje que tiene, la pasión con que juega es increíble. Podemos poner mil excusas de lo que sea, pero este equipo ha vuelto, en las últimas tres o cuatro semanas ya es el equipo que yo buscaba, el equipo por el cual soy entrenador, del que me siento orgulloso", añadía el gallego.

El técnico también quiso tener palabras de agradecimiento para una afición que ayer en Pumarín también jugó su partido: "Tenemos una afición cada sábado que es una maravilla. El partido de hoy (por ayer) ha sido apasionante, ha sido vibrante, ha sido duro, difícil, contra un gran equipo".

Rodríguez está convencido de que este cambio no es momentáneo y que este OCB durará mucho tiempo: "La pasión y la identidad de este equipo han venido para quedarse. Solo puedo estar agradecido y emocionado por tener a un equipo así. Cuando juegas con esta pasión, estas ganas y este deseo tienes más opciones de ganar. Además, sin excusas, por fin hemos entendido que las excusas no nos llevan a ningún lado".

Otra de las claves para el técnico ha estado en cómo han sabido llevar los malos momentos: " Hemos estado todos juntos en las buenas y en las malas, en momentos muy, muy malos ha habido buen ambiente y nos hemos respetado".