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El deporte de la comarca avilesina

El Avilés no levanta cabeza

El equipo cerró una de sus peores primeras vueltas de la historia y ha iniciado la segunda con una nueva derrota

César Gálvez. RICARDO SOLÍS

El Avilés no levanta cabeza. Tras cerrar una de las peores primeras vueltas de su historia, sino la peor, el conjunto del Suárez Puerta ha iniciado la segunda vuelta con una clara derrota ante el Covadonga (3-0), el pasado domingo en Oviedo. Con ese resultado, el equipo que ahora dirige Matías Vigil acumula una racha de nueve encuentros sin conocer la victoria y marcha penúltimo en la tabla, en puestos de descenso a Regional Preferente, y a cuatro puntos de la salvación.

En cuanto a los datos de la primera vuelta, los números no arrojan dudas. Ha sido una de las vueltas más nefastas de toda la historia del conjunto avilesino. Solo hay dos precedentes similares. Uno en la temporada 2003-2004 cuando el equipo de Tejero cerró el primer tramo de campeonato como colista con 12 puntos. Y otro, en la 1997-1998, que acabó tras los primeros 19 encuentros con solo diez puntos. Sin embargo, esos dos años, el Avilés jugaba en Segunda División B y no en Tercera como en la actualidad.

Durante la primera vuelta, el Avilés solo ha sido capaz de lograr dos victorias y rascar nueve empates. El resto, otros ocho encuentros, han sido derrotas. Una de las causas de este descalabro deportivo está en la inestabilidad. Hasta la fecha, el Avilés ha tenido tres entrenadores. Fueron Viti Amaro, César Gálvez y Matías Vigil. Ninguno de ellos ha sido capaz de dar con la tecla para que el equipo blanquiazul levante el vuelo.

Con Viti Amaro, el Avilés logró ocho puntos. Más que con Gálvez y Vigil juntos. La salida del gijonés se gestó tras la derrota contra el Navarro, aunque fue oficial tras el duelo contra el Ceares, en la jornada octava. Curiosamente, el club cesó a Amaro justo después de que el Avilés lograra el primer triunfo de la temporada. El técnico gestionó al equipo con todos sus efectivos y tal y como fue diseñado. Aunque no fue capaz de lograr el objetivo de jugar la promoción, su salida no ha mejorado la situación deportiva.

El controvertido César Gálvez llegó casi en las vísperas de que el Avilés recibiera al Praviano. Su gran experiencia fue subir al Ciudad de Murcia de Segunda Autonómica a Primera. Reconoció en su presentación que había dirigido sin carnet a varios equipos. Logró solo cinco puntos al frente del equipo. Si bien, el donostiarra, exportero del Mallorca, tuvo que gestionar los primeros impagos de los gestores del club con la plantilla y debido a las lesiones, tuvo muy pocos efectivos. Se marchó tras haber renovado por dos años.

Matías Vigil tomó las riendas del equipo. Era el segundo de Gálvez. Sin apenas experiencia, puesto que solo entrenó en categoría senior al filial del Siero, el joven técnico ha tenido que aguantar la peor parte de la temporada. Sin prácticamente jugadores, bien por las lesiones o bien por las bajas voluntarias, el gran mérito de Vigil está en que el Avilés al menos salga a competir. Solo ha logrado un punto y fue amargo. El Avilés empató antes de Navidad contra el Gijón Industrial tras haberse dejado remontar una ventaja de tres goles.

Vigil cuenta ahora en esta nueva etapa con la ayuda de Abraham Albarrán. Se espera que en los próximos días lleguen nuevos refuerzos. Hasta la fecha, ya han venido cuatro nuevos futbolistas de la mano de Diego Baeza, el empresario gijonés que aspira a gestionar el club dentro de Norte Proyectos. Las lesiones también han sido una plaga. Si el Avilés tiene pocos efectivos, el pasado domingo contra el Covadonga tuvieron problemas Gastón, Félix y Liñares. El primero parece que estará algún tiempo fuera, pero al menos los dos segundos, no serán baja de larga duración.

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