Djukic anunció tras el primer partido, después de perder en Zaragoza, que si el primer equipo no ofrecía un rendimiento óptimo iría a muerte con los jugadores del filial. Sin embargo, las variaciones han sido mínimas en sus primeros encuentros en el banquillo rojiblanco. Si con el Elche apenas introdujo dos cambios, ambos obligados -Damián por lesión y Molinero por sanción-, ayer ante el Numancia el regreso de Molinero por el lesionado Cordero fue la única modificación. Pero esa firmeza y confianza en su primera apuesta le ha dado poco premio al serbio. El balance es de 3 puntos sobre 9. Y con jugadores por debajo del rendimiento esperado. Ante el Fuenlabrada la próxima jornada se verá si Djukic ya introduce alguna modificación o intenta exprimir su idea inicial aún más.