El fútbol asturiano dice adiós a un histórico. Rafael Biempica Álvarez ha fallecido en Gijón a los 82 años. "Falo" jugó en el Sporting nueve temporadas y fue uno de los componentes del "Matagigantes", apodo por el que fue conocido el conjunto sportinguista en la campaña 1957-58, cuando se impuso en competición liguera al Madrid y al Barcelona. Tras vestir de rojiblanco entre 1951 -primero en los juveniles y a partir de 1955 en el primer equipo- y 1963, fue traspasado al Oviedo, donde estuvo dos temporadas. Internacional B por España, su carrera continuó en el Atlético Baleares y el Praviano. "El cañón de El Llano" fue colaborador de LA NUEVA ESPAÑA y su vida pública se redujo tras caer enfermo de alzheimer. No habrá funeral, sólo un acto junto a sus familiares directos, agradecidos por las innumerables muestras de cariño recibidas.

"Falo", "Pica" o simplemente Biempica. Asturias llora la pérdida de un futbolista recordado no sólo por su talento con el balón, también por una gran bonhomía. Formado en el Planeta, Vulcano, Atlántic e Hispano, el fútbol de este delantero que también actuó de interior explotó en el Sporting. A los 210 partidos de Liga, en los que sumó 55 goles, y otros 20 de Copa, en los que marcó 20 tantos, añadió la disputa de uno de los encuentros del histórico Torneo de Palma, el de "las tres cruces", evitando el descenso a Tercera.

Biempica fichó después por el Oviedo. Traspasado por el club rojiblanco, la operación acabó entendiéndose como un último servicio al conjunto gijonés, que pasaba por apreturas económicas. La operación se cerró en 3.000 euros, cifra importante en la época, y un amistoso en El Molinón. "El Sporting necesitaba el dinero y el Oviedo fue el que más pagó", recordó, años después, "Falo". En el conjunto azul tuvo una participación discreta, disputando 20 partidos, 16 en Primera y 4 en Segunda, haciendo un gol.

Su trayectoria continuó con una curiosa anécdota que él mismo relató a LA NUEVA ESPAÑA. "Me ofrecieron ir a jugar a Toronto con Casado, Puskas y otra gente de Portugal para promocionar el fútbol en América, pero el intermediario que iba a venir con el dinero desapareció. Me pasé un año en blanco y luego me fui al Atlético Baleares", detalló sobre los pasos previos a su retirada en el Praviano. Colgó las botas para estrenarse como empresario. Creó y dirigió una empresa de pinturas y sólo la enfermedad le acabó apartando de su butuca en la tribunona de El Molinón.

Biempica, casado con Trinidad y padre de tres hijos: Rafa, Rubén y Pablo, el segundo de ellos preparador físico del Sporting, disputó dos partidos con la selección española B siendo jugador rojiblanco. Fue contra Portugal, en Lisboa, y contra Italia, en Madrid. En el primero, formando delantera con el también asturiano Chus Herrera. El paso por la selección alimentó la mecha de su gran amistad con Alfredo Di Stéfano, algo de lo que disfrutó con orgullo hasta sus últimos días. El astro del Madrid estaba entonces en la selección española absoluta cuando coincidió en la cafetería del hotel de concentración en el que también estaba alojada el combinado del que formaba parte Biempica. "Di Stéfano me llamaba 'pequeño Matagigantes'", recordaba con orgullo. Era por aquella campaña en la que el Sporting de Biempica se impuso por 3-2, sobre el Barcelona, y, especialmente, por el rotundo 3-0 endosado al Madrid en El Molinón, entre los olés del público. Mantuvieron contacto hasta los últimos días del exmadridista, fallecido en 2014.

"¿Mi mejor gol? Se habla de uno contra el Madrid, pero fue más importante el del triunfo ante el Pontevedra para no bajar", señalaba Rafael Biempica a LA NUEVA ESPAÑA en 2009, con motivo de la entrega de la insignia de oro de la Asociación de Veteranos del Sporting. "Me acuerdo más de los goles fallados, que no me dejaban dormir", bromeaba entonces. "Se va un gijonés y un sportinguista hasta el tuétano. Sentimos que dadas las circunstancias los actos fúnebres tengan que producirse de esta manera", transmite la familia del gran "Falo" Biempica.