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Los asturianos, anclados en la vieja norma

Oviedo y Sporting son, junto con el Extremadura, los únicos equipos que solo realizaron tres cambios en lugar de los cinco posibles

Los suplentes del Sporting, en la grada de Riazor, el pasado domingo, ante el Deportivo de La Coruña. LA OPINIÓN DE A CORUÑA

Una de las novedades que trae el regreso del fútbol en la nueva normalidad es la posibilidad de que los equipos puedan realizar cinco cambios en los partidos en lugar de los tres permitidos hasta ahora. El futbol ha evolucionado en los últimos años con la modificación de sus reglas. Se ha cambiado el fuera de juego, se ha permitido el cuarto cambio en la prórroga, los porteros han reconvertido su juego y ahora también ha llegado el VAR.

Los cinco cambios se tienen que realizar en tres veces para evitar las pérdidas de tiempo. Es una medida que da la posibilidad de cambiar casi a medio equipo y una decisión que permitecambiar la estrategia de los equipos de una manera más ágil y da más opciones al sistema actual. A ello se le une la posibilidad de contar con un banquillo más amplio, 23 jugadores en lugar de los 18 actuales. El equipo que mejor se adapte a la norma, tendrá mejores resultados. De ahí, que los cinco cambios se van a convertir en un "arma" que puede ser decisivo en muchos encuentros.

Sin embargo, Oviedo y Sporting parecen seguir anclados en la vieja norma. Los dos equipos asturianos han sido los único, junto con el Extremadura, que sólo han realizado tres cambios en la primera jornada de Liga que ofreció la posibilidad de hacer cinco sustitutuciones.

De los 22 equipos de Segunda División, 16 de ellos realizaron los cinco cambios, mientras que otros tres hicieron cuatro (Lugo, Girona y Rayo). La situación fue bastante similar en Primera, donde 15 de los 20 equipos agotaron el máximo de sustitución posibles, y solo Osasuna, que hizo tres; y Valladolid, Getafe, Real Sociedad y Valencia; que llegaron hasta cuatro, se quedaron sin exprimir del todo el nuevo escenario.

En el caso del Oviedo, los tres entrenadores que ha tenido esta temporada, Egea, Rozada y Ziganda, se han inclinado por agotar los tres cambios permitidos hasta ahora. Prueba de ello, es que en los 31 partidos que se han disputado, solo en tres partidos, los azules no los agotaron y realizaron dos sustituciones, es decir que de los 93 cambios posibles, el Oviedo realizó 90, es decir un 96,7%.

Desde su llegada al Oviedo, Ziganda había agotado siempre las sustituciones, algo que no considero necesario en el partido ante la Ponferradina. El técnico navarro reconoció al final del partido que tuvo dudas sobre hacer todas las sustituciones, pero al final se inclinó por no agotarlos. "El equipo no estaba cansado y no estábamos sufriendo. Nos faltaba más desequilibrio y más presencia en ataque. Podíamos haber hecho algún cambio más en el centro del campo y hemos dudado, pero al final no he visto ese momento porque no teníamos el control delpartido", reconoció.

La situación del Sporting fue novedosa en Riazor. Los rojiblancos, hasta la fecha, siempre habían agotado en todos los partidos las tres sustituciones posibles. Pero en La Coruña no fue así, donde Djukic optó por dejar dos cambios sin efectuar. Y además el entrenador serbio introdujo la tercera sustitución, la de Javi Fuego por Cristian Salvador, al cumplirse el tiempo reglamentario y solo con el descuento por delante.

Al Sporting, en Riazor, la entrada antes de Nacho Méndez por Pedro Díaz le dio aire al equipo en el centro del campo, mientras que Djuka intentó, también sin éxito, dotar de mayor acierto al ataque rojiblanco. En el tramo final, pese al cansancio de jugadores como Carmona o Murilo, que habían sido los destacados, Djukic evitó hacer ninguna variación en las bandas para dar más frescura. "Tenemos que ir entrando en la forma y el fondo físico, y hay que entrar a través de los partidos. No estamos aquí para hacer cambios por hacer", explicó el entrenador rojiblanco al término del partido de Riazor.

La decisión de Ziganda y Djukic de no agotar los cambios fue discutida por los aficionados de Oviedo y Sporting, que esperaban alguna modificación que reactivase a los equipos. En el caso azul para intentar crear peligro en el área rival, después de un partido sin disparos a portería, y en el caso rojiblanco para dar más frescura al ataque, después de crear alguna ocasión clara durante el partido, pero sin haberla aprovechado.

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