Al Liberbank Oviedo Baloncesto las cosas le están yendo bien en lo poco que han competido esta temporada en la LEB Oro: han ganado dos partidos de los tres que han jugado. Ahora, tras haberse perdido dos encuentros por un positivo de covid en la plantilla, encaran un calendario con seis partidos en dieciocho días. El primero de ellos será el sábado (17 horas) ante el Valladolid en Pumarín. Héctor Galán, director general y director deportivo del club, analiza cómo regresa el equipo a la competición tras el parón y después de que los dos últimos jugadores que faltaban por volver, Marc Martí y Pablo Ferreiro, estén ya de nuevo a las órdenes de Natxo Lezkano.
–¿Cómo están los jugadores de salud y físicamente?
–El equipo está bien, todo lo bien que se puede estar después de haber estado tantos días parados. Ahora falta ver cuánto tardan en tener el nivel que dieron en Orense, donde creo que hicimos nuestro mejor partido (ganaron por 69-82).
–¿Le preocupa tener tantos partidos en tan poco tiempo?
–Quiero pensar que desde el punto de vista del jugador lo que le gusta es jugar. Va a ser viajar, jugar, descansar, entrenar y jugar otra vez durante 18 días. Para que todo vaya bien tenemos que tener un poco de suerte con las lesiones y si es así creo que podremos disfrutar. Es mejor jugar que estar en casa en cuarentena.
–¿Está superando el equipo las expectativas?
–Tampoco sé cuáles eran las expectativas. Lo que está claro es que hemos fichado a muchos jugadores “rookies” y están demostrando que tienen nivel para jugar en esta categoría y que hemos competido en los tres partidos que llevamos.
–El proceso de adaptación parece que está siendo rápido.
–Sí, es verdad que teníamos ese temor con tantos jugadores nuevos en la Liga y después de una pretemporada que no fue todo lo buena que hubiéramos querido, con jugadores que tardaron mucho en llegar y es verdad que haber comenzado así es perfecto.
–¿Tras la marcha de Lepichev se plantean algún fichaje más?
–Si aparece otra opción la valoraremos, la idea es tener a cinco interiores para los partidos pero, sobre todo, para los entrenamientos. Pero hay que tener en cuenta que las condiciones en las que vino Lepichev eran los de una apuesta total del jugador y que nuestros recursos son muy escasos.
–¿Cómo llevan jugar sin público y tener a la cantera en casa y sin entrenarse?
–Muy mal y empezando a pensar en si va a acabar bien la temporada. Que los chicos estén en casa es una cosa que nos preocupa mucho y que nos produce tristeza. Consideramos que a su edad tienen que estar haciendo cosas. En cuanto al público, Pumarín sin público no es Pumarín. Nos duele y nos perjudica. Además, en la parte económica nos hace un daño enorme. Los abonados son una parte importante de nuestro presupuesto.
