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Éxito en el vacío en Oviedo: la "San Silvestre" más tecnológica vence al covid en la capital

Más de 1.500 corredores toman parte en la prueba virtual de la ciudad, que recaudó 10.000 euros

Ángel Zubizarreta, corriendo en el Parque de Invierno el 31 de diciembre. Miki López

El deporte ovetense le dio una lección al covid justo antes de entrar en 2021. La “San Silvestre” más atípica de la historia, sin multitudes en las calles, sin abrazos en la línea de meta y sin la esencia ambiental que define la popular prueba de fin de año, se hizo fuerte de una forma muy diferente y además logró potenciar el deporte en familia, según recalcan los participantes. Sumando todo lo recorrido por los participantes salen 9.730 kilómetros de galope en la ciudad.

Pulgada a pulgada, con varios recorridos diferentes a recorrer de forma individual en el día a elegir, un total de 1.522 corredores y corredoras lograron completar la “San Silvestre” carbayona y apuntaron sus marcas en una aplicación móvil. Se habían apuntado 3.273 personas previo pago de tres euros. Todo lo recaudado por la prueba, organizada por el Ayuntamiento, fue destinado a la Asociación Síndrome de Down. En total se consiguieron más de 10.000 euros.

Para los corredores habituales de la “San Silvestre”, completar la prueba fue una especie de experimento. La carrera es famosa por su ambiente. La competición es lo de menos. Por eso sus participantes se enfrentaron este año a un terreno desconocido.

Ángel Zubizarreta (Oviedo, 48 años) es el director del hotel Silken Monumental Naranco, muy aficionado al atletismo, y ni recuerda cuántas “San Silvestre” completó en Oviedo. Su opinión abarca una visión global de la prueba, en claro auge en los últimos años y afectada por el covid en 2020. “La iniciativa impulsada ese año para correr la ‘San Silvestre’ de una forma diferente me parece un acierto.

Casi no ha habido competiciones por el covid, y celebrar la prueba adaptada es una forma de crear motivación y mantener viva la llama del deporte. En mi caso compito conmigo mismo”, explica Zubizarreta, que quedó el tercero en la clasificación libre, aunque se apresura a aclarar su marca.

“En la ‘San Silvestre’ no se trata de competir, y este año menos todavía. Hay corredores que siempre suelen quedar de los primeros y este año no han participado. Por tanto, ser tercero es un poco anecdótico y desvirtúa el resto de resultados”.

Zubizarreta, ovetense de pro y un tipo conocido en la ciudad, define lo que significa la “San Silvestre” para la capital. “La competición se olvida, se trata de disfrutar y de correr en Oviedo. La ciudad está viva ese día. La gente se lanza a la calle, ves a conocidos y la prioridad siempre suele ser pasarlo bien. Es una gozada ver a tantas personas pendientes del deporte, que significa compañerismo, colaboración y salud”, explica Zubizarreta.

La tecnología fue fundamental para que la “San Silvestre” de Oviedo funcionase. El procedimiento es sencillo. El corredor debía elegir entre tres rutas de alrededor de 5,5 kilómetros: la pista finlandesa, la senda del Fuso de la Reina y un circuito entre la Corredoria y la Monxina. Además, los corredores también tenían la posibilidad de elegir su propio recorrido para completar los 5,5 kilómetros.

La libertad era total, porque los participantes podían completar las rutas establecidas tantas veces quisieran. Por último, la organización también impulsó el recorrido familiar. Se trata de recorrer solo un kilómetro en familia. El plazo para correr se abrió el 7 de diciembre y se cerró el 31.

Solo tenían que activar la ubicación de su móvil y conectarse a la aplicación, que registraría su marca. En el caso de completar dos veces el mismo recorrido, la aplicación se queda con el mejor tiempo. Además, la organización también impulsó el recorrido familiar. Se trata de recorrer solo un kilómetro en familia.

“El procedimiento es sencillo y no ha habido problemas porque la aplicación funcionó perfectamente”, apostilla Zubizarreta, que completó tres recorridos. “Hice la senda del Fuso varias veces, el recorrido libre y la pista finlandesa”, concreta.

El ovetense lleva haciendo atletismo más de quince años y para él la “San Silvestre” del covid ha sido la ocasión perfecta para seguir enganchado al deporte. Con su familia (sus hijos Javi y Pablo, de 12 y 13 años, y su mujer Elena) completó el recorrido opcional de un kilómetro. “Nos sirvió para fomentar el deporte en familia y a otra mucha gente le sucedió lo mismo. La “’San Silvestre’ ha sido un éxito”, finaliza.

Las familias queman asfalto

La “San Silvestre” 2020 en Oviedo, la del covid, ha dejado datos interesantes. Por ejemplo, en el recorrido familiar. La idea era que las familias corriesen un kilómetro y, como la prueba podría repetirse tantas veces como quisiesen los corredores, hay marcas llamativas. Por ejemplo, la de Marco Antonio Alonso Riega, que como independiente corrió un total de 34 kilómetros. Su familia fue la que más recorrido abarcó. Cerca se situó Ángeles González Muñiz Muñiz, que completó 25 kilómetros. Carmen Miranda Melendreras quedó tercera en el ranking de la prueba ovetense, con 16 kilómetros cubiertos. Ninguno de los tres corredores registrados tenía equipo. Los equipos con mayor participación en la “San Silvestre” carbayona, por este orden, fueron el Centro Asturiano de Oviedo, el Vetusta Triatlón Universidad de Oviedo y el Oviedo Atletismo. Por otro lado, los conjuntos que mejor media de tiempos consiguieron fueron el Esparta, el Nun Garrer y el C. D. Esportate-Bikila.

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