Cristian Toro, uno de los dos palistas que abandonaron la concentración de Trasona donde se desarrollan los controles para elegir el K-4 de Tokio, ha salido en defensa del entrenador de la selección, el luanquín Miguel García. “El técnico, en una decisión valiente, decidió parar el proceso y buscar un por qué”, señaló Toro en referencia a los cuatro segundos entre las embarcaciones. Toro y Carlos Garrote no estuvieron ayer en el control de K-1 200, ganado por el gallego Carlos Arévalo, que se perfila como compañero de Saúl Craviotto, Marcus Cooper y Rodrigo Germade.
Tras el test, Miguel García señaló que “después de 14 días de controles, empezando por los selectivos de K-1 y continuando con las pruebas de K-4, por fin se ha podido terminar el proceso, y ahora solo queda la elaboración del informe pertinente, con todos los datos que se puedan aportar a este proceso”.
Miguel García añadió: “Esperamos que en breve se tome la decisión sobre la tripulación seleccionada y que podamos empezar de una vez a trabajar de cara a los Juegos Olímpicos, que es el objetivo. Queda muy poco tiempo y los países rivales están trabajando ya con tranquilidad y preparando esa cita que es nuestra obsesión en 2021”, añadió el luanquín, responsable del equipo olímpico de kayak.
Diez días después de imponerse en el selectivo que adjudicaba la plaza de K-1 200 metros, el gallego Carlos Arévalo volvió a ganar ayer en Trasona el control selectivo en la misma modalidad y distancia, en las dos series disputadas. Pleno para el kayakista gallego del Ría de Betanzos. Arévalo batió al tetramedallista olímpico Saúl Craviotto, al mallorquín Marcus Cooper y al también gallego Rodrigo Germade.
Salvo mayúscula sorpresa o causa de fuerza mayor, esos cuatro palistas, previa elaboración de un informe por parte de la Federación Española de Piragüismo, serán los que configuren el K-4 500 metros, cuarteto que es vigente subcampeón del Mundo (Szeged, 2019) en esa misma modalidad y distancia, cara a los Juegos Olímpicos de Tokio, previa participación en la Copa del Mundo sprint olímpico en aguas húngaras de Szeged, del 14 al 16 de mayo.
Ahora queda la incógnita sobre la postura de Carlos Garrote, que al igual que Cristian Toro abandonó la concentración con una baja médica. Garrote incluso anunció a Miguel García que se estaba planteando presentar una denuncia por lo que él considera procedimientos irregulares en el proceso de selección. Más moderado se muestra Cristian Toro, que en declaraciones al programa “El Larguero” de la Cadena Ser prefirió no señalar a nadie.
“No quiero desconfiar de mis compañeros, pero se ha levantado una niebla de desconfianza entre nosotros”, apuntó Toro, que ganó con Saúl Craviotto la medalla de oro en K-2 200 en los Juegos de Río. El gallego admitió que su relación con Craviotto no es la misma desde que decidió abandonar el equipo nacional en 2019. Pero, al mismo tiempo, Toro dejó fuera de toda duda a Miguel García: “No tenemos que matar al técnico porque fue el que tomó el paso valiente de parar el proceso”.
