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El fútbol de la comarca avilesina

Manel analiza al Marino: “No era normal que este equipo solo hubiera ganado un partido”

“Intentaremos sumar los tres puntos contra la Cultural; depender de nosotros mismos para lograr la permanencia es fundamental”

Manel, ayer. | Mara Villamzua

José Manuel Menéndez, “Manel” (Avilés, 7-01-1971), es desde el pasado mes de enero entrenador del Marino de Luanco. Tomó el relevo de Oli, que presentó su dimisión, y el equipo dio un cambio brusco. De ser último y estar casi desahuciado con una sola victoria, el Marino depende ahora en la última jornada de sí mismo para lograr la permanencia.

Manel tuvo una amplia carrera como jugador. Debutó con el Avilés con 18 años en Segunda B para jugar luego dos temporadas en Segunda División hasta de dar el salto al Oviedo, en el que estuvo siete temporadas. Fue campeón de Liga con el Deportivo (1999-2000) para jugar luego en el Numancia, Oviedo, Tenerife y Eibar, en el que se retiró como jugador a los 36 años. Como entrenador, Manel se inició en el Avilés juvenil para entrenar después al Praviano dos temporadas y la actual al Mosconia ante de dar el salto al Marino el pasado mes de enero.

–¿Cuando se hizo cargo del equipo pensaba que iba a llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo para lograr la permanencia?

–Ese era el objetivo. La situación no estaba nada bien, pero conociendo a la plantilla como la conocía y sabiendo la calidad de los jugadores, lo veía factible. Lo que no era normal era que este equipo solo hubiese ganado un partido. La primera victoria ante el Numancia fue clave para la reacción. A partir de ahí, todo fue más fácil.

–¿Qué posibilidades hay de lograr el objetivo?

–Nos queda una final ante la Cultural Leonesa. Lo pudimos haber conseguido el domingo ante el Sporting B, pero no pudo ser. Lo bueno es que dependemos de nosotros mismos y no tenemos que mirar nada más. Vamos a intentar ganar en León, y si no lo conseguimos tendremos que mirar a ver qué hacen los rivales directos. Está claro que si sumamos, obligamos a los demás a ganar. Por eso, depender de nosotros es fundamental.

–¿Cuál ha sido la clave para darle la vuelta al equipo?

–Cambiar la mentalidad y empezar a ganar. A partir de la victoria ante el Numancia, el equipo comenzó a creer en sus posibilidades. Enlazamos tres triunfos y eso aumentó la confianza y la moral de un equipo y una plantilla que están hechas para hacer cosas buenas, no para estar en la zona baja de la clasificación.

–¿Las nuevas instalaciones de Balbín han contribuido a mejorar el rendimiento del equipo?

–Las instalaciones son espectaculares, pero yo no les doy la importancia que les da la gente. Es cierto que proporcionan la comodidad de tener una instalación y poder utilizarla todos los días, pero hay que tener en cuenta que se trata de césped sintético y nosotros solo jugamos uno de los últimos ocho partidos en ese tipo de superficie. Miramar no lo utilizamos para nada.

–¿Como avilesino y ex jugador del Avilés, como está viendo al equipo de Luis Rueda?

–Me alegro de que se haya clasificado para disputar la fase de ascenso. Se trata de una apuesta nueva con el equipo y hay que tirar con ello hacia adelante.

–¿Considera que hay sitio en la ciudad para el Avilés Stadium?

–Claro que hay sitio. No es cuestión de hacer una rivalidad entre los dos clubes. Estuve entrenando en el Stadium el primer año que se creó y creo que han realizado un gran trabajo para poder llegar a Tercera División. Ahora, están mejorando y espero que puedan mantener la categoría.

–¿Qué valoración hace de la etapa de Tejero al frente del Avilés?

–Es difícil. Coincidí con él en el club siendo entrenador del equipo de Liga Nacional juvenil. La gente estaba de acuerdo en dar un cambio al club, pero no hay que olvidar que cuando se le necesitó en su día aportó lo necesario para que no desapareciese el club. Tejero tenía una penitencia y había que cargar con ella. Lo cierto es que el club deambuló por muchas manos que realquilaron el club.

–¿Logrará la nueva propiedad devolver el club a la Liga Profesional?

–Lo merece el club y la ciudad. La gente está ilusionada y ha llegado un grupo de gente con nuevas ideas. Hay que darles tiempo. Al Avilés lo llevó dentro porque allí estuve diez años como jugador y tres de entrenador. Además, es mi ciudad y le deseo los mayores éxitos posibles.

–¿Se podrá repetir la época dorada en Asturias de hace 30 años cuando Sporting y Oviedo jugaron la UEFA y el Avilés estaba en Segunda División?

–Eran otros tiempos. Difícil es, pero no imposible. Esperemos que llegue. Aquella época marcó la historia del fútbol asturiano. No es fácil porque está habiendo muchos cambios en las Ligas y llegar al fútbol profesional cuesta mucho, pero no lo descarto.

–¿Cómo está viendo la influencia que está teniendo la pandemia para categorías como Regional Preferente?

–Está siendo muy complicado. El año pasado no pudimos acabar la temporada en Tercera. En la actual, la Preferente se suspendió tras disputar la primera jornada. Es un desastre para el fútbol, pero como sucede en todos los sectores de la sociedad. Lo que no es normal es que las normas sean diferentes. No puede ser, por poner un ejemplo, que unos clubes jueguen con público y otros no. Hay que unificar los criterios o al final habrá unos beneficiados más que otros.

–¿Y para el fútbol base?

–Es un grave inconveniente. Me encargo de la coordinación de los equipos del colegio San Fernando y ahora está todo parado. Podemos entrenar, pero no competir. En los años de formación es dónde más se va a notar la incidencia de la pandemia. Sin ir más lejos, en el paso de alevines a infantiles, los jugadores van a pasar a segundo año sin haber competido en esa categoría. Es una locura.

–¿Lo notan los niños?

–Claro. Echan en falta no competir. Tratamos de paliarlo trabajando más la técnica, pero no es lo mismo. Quieren jugar. Esperemos que pronto haya una solución y se puedan iniciar las competiciones.

–Es su primera temporada en Segunda B como primer entrenador. ¿Nota mucho la diferencia con las otras categorías?

–No. Intento mejorar y no cambiar. Creo que sigo siendo el mismo de antes. Cercano, exigente y sincero. Pienso que con esas cualidades se va a todos los sitios independientemente de la categoría.

–¿Tiene alguna meta como entrenador?

–No me planteo nada, tampoco lo hice cuando era jugador. El único objetivo ahora es salvar al Marino.

–¿Si lo consigue seguirá?

–Lo primero es salvarlo y luego que sea el club el que decida. No quiero obligar a nadie. Luanco la considero mi casa y tampoco me preocupo mucho por mi futuro.

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