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Ricardo Terente deja el banquillo del filial del Langreo: “No me querían”

El técnico dimite por las imposiciones para alinear a jugadores del primer equipo: “Me gané el derecho a decidir ciertas cosas”

Ricardo Terente, en un partido del Langreo B. | UPL

“Tengo la sensación de que no me querían”. Así, de primeras, justifica Ricardo Terente su dimisión como entrenador del Langreo B, después de llevarlo de Segunda Regional a Tercera División. Después, cuando se le pide que desarrolle esa impresión salen muchas razones, que vienen de la integración del Langreo Eulalia en la estructura del club de Ganzábal. Después de 18 años como jugador y siete en el banquillo azulgrana, Terente mide sus palabras, pero desvela lo que ha desencadenado todo: la imposición de alinear jugadores del primer equipo que nunca se entrenaban con él. “Creo que me había ganado el derecho a decidir ciertas cosas”.

Terente, un histórico del Langreo, recalcó que “por estar en este club hago lo que sea necesario, pero todo tiene un límite”. Entiende que en cualquier club el primer equipo está por encima del filial, pero cree que deberían de haberle dejado un mínimo margen de maniobra: “Lo normal es que se entrenasen conmigo por lo menos un día. Y en caso contrario deberían darme libertad para tomar ciertas decisiones, como si juegan de mano o cuantos minutos”. A Terente le duele el fondo y también las formas de su marcha.

“Me gustaría que los que representan a mi club no aceptaran la dimisión de un entrenador mandándole un whatsapp”, lamenta Terente, que hubiese preferido mantener una reunión cara a cara con el presidente, Víctor Fernández-Miranda, y el director deportivo, Dani López, como había acordado con este último el pasado domingo, cuando le comunicó su decisión de dimitir, que ya venía sopesando semanas antes. “Intenté varias veces hacerles ver que tenía una forma de trabajar y creí que se iba a reconducir. Pero ya me di por vencido”.

A Terente le duele más esta situación porque no puede disfrutar de la categoría que se ganó en el campo: “Estaba orgulloso de la plantilla. Tenía buenos futbolistas y el objetivo de la permanencia, de consolidar al equipo en Tercera, es real”. También aclara que la relación con los técnicos del primer equipo era buena, así como con los representantes de la academia Intersoccer, que proporcionaba jugadores prometedores al club azulgrana.

Terente también elogia a Rafael Camacho, que ejerce de presidente del filial, al que conoce de sus inicios en el Langreo Eulalia, integrado desde 2019 en la estructura del Unión Popular: “Mientras estuve bajo el paraguas de la gente del Eulalia fue todo bien. Cuando salí de él empezaron los problemas, pero no se atrevieron a echarme porque no podían justificarlo desde el punto de vista deportivo por los ascensos”.

Coincidiendo con la marcha de Terente también decidieron abandonar el Langreo B los jugadores Edel Antuña y Samuel Coto. “Me marcho porque no estoy de acuerdo con las formas del club, que haya aceptado la dimisión del entrenador sin más, después de todo lo que ha conseguido con el equipo en estos siete años. Un entrenador tiene que poder decidir y Terente no tenía margen de maniobra”, señaló Antuña. El sustituto de Terente será Andrés Hernández, que se incorporó a la secretaría técnica del Unión Popular a principios de temporada.

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