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Lezkano, “triste” por cerrar su etapa en un OCB para el que pide “mayor apoyo”

El presidente del Oviedo, tras la salida del entrenador: “¿Un sustituto? Lo que está en juego es la viabilidad del club”

Natxo Lezkano, durante un partido del Oviedo Baloncesto. | Irma Collín

Natxo Lezkano no será el entrenador del Oviedo Baloncesto la próxima temporada. El vasco se irá a un club importante de la LEB Oro, puede que al Andorra, equipo recién descendido de la ACB y que se ha mostrado interesado en contratarlo, y dará así por cerrada una brillante etapa en el OCB. Brillante por los resultados obtenidos (dos clasificaciones para el play-off de ascenso a la ACB) y por cómo los ha logrado, contando con uno de los presupuestos más bajos de la categoría. “Me voy triste, pero con una profunda sensación de haberlo dado todo”, dice el técnico en una carta de despedida en la que reconoce que le hubiera gustado no tener que tomar esta decisión: “Después de un tiempo de reflexión y muy a mi pesar, toca marchar; no sin antes agradecer al club su interés por renovarme. Me siento querido y valorado”.

La carta de despedida de Lezkano incluye una petición de apoyo al club que en realidad explica la razón de su salida, que no es otra que la imposibilidad del OCB de garantizarle un proyecto con solvencia económica como para formar una plantilla que compita a buen nivel: “Me despido no sin antes reclamar mayor apoyo para el club, el trabajo que están haciendo para la ciudad es impresionante y sería una tragedia que dejaran de hacerlo por falta de medios”.

Fernando Villabella, presidente del Oviedo Baloncesto, ha ido comprobando como día a día se hacía cada vez más difícil la renovación de Lezkano. La salida de Unicaja, patrocinador principal las últimas temporadas, les ha dejado en una situación muy delicada y ha hecho imposible que la entidad cumpliera su deseo, que no era otro que ofrecerle al entrenador vasco un presupuesto que le permitiera formar una plantilla de garantías la próxima temporada. Una situación económica que hace que ahora mismo una de las últimas cosas en las que están pensando sea en un sustituto para Lezkano: “¿Un sustituto? Lo que está en juego es la viabilidad del club, que podamos competir la próxima temporada en la LEB Oro, como para estar ahora buscando un nuevo entrenador”, decía ayer Villabella.

Lezkano llegó al Oviedo Baloncesto mediada la temporada 2019-20 para intentar la permanencia de un equipo que entonces se encontraba en puestos de descenso. Fue el año del confinamiento, que Lezkano pasó en Oviedo después de dirigir un solo partido, el que ganaron al Leyma Coruña, antes de que se diera por concluida la temporada por la pandemia. Los tiempos que vinieron después fueron muy duros para un OCB que vio como su presupuesto se redujo drásticamente, algo que le dificultó mucho hacer un equipo competitivo para la temporada 2021-22. Lo explica el propio Lezkano en su carta de despedida: “La situación económica del club cambió de manera drástica y tuvimos que hacer un equipo joven e inexperto. Fue una temporada única; con muy buen juego (lástima que los aficionados no nos pudiesen ver en directo por culpa del covid) y resultados, en la que aprendimos mucho y que nos enseñó a ser resilientes de verdad”.

La situación económica no mejoró para la temporada que acaba de concluir y, de nuevo, en verano se acumularon las negativas para venir a jugar a Oviedo. Y, de nuevo, los resultados estuvieron muy por encima de lo previsto, con otro play-off de ascenso a la ACB: “Tuvimos muchísimos problemas desde el principio pero los hemos ido sorteando con paciencia, trabajo duro y actitud positiva, algo que creo que ha calado hondo en todos los que formamos el club”.

Lezkano quiso despedirse con una carta que se reproduce a continuación:

En marzo de 2020 llegué a Oviedo con muchas ganas e ilusión y agradecido al OCB por darme la oportunidad de trabajar en un club como éste. Me encontré un grupo humano excelente; implicado y con muchas ganas de trabajar. Desgraciadamente, llegó la pandemia y nos mandó a todos a casa.

La temporada siguiente, la situación económica del club cambió de manera drástica y tuvimos que hacer un equipo joven e inexperto. Fue una temporada única; con muy buen juego (lástima que los aficionados no nos pudiesen ver en directo por culpa del Covid) y resultados, en la que aprendimos mucho y que nos enseñó a ser resilientes de verdad.

Esta última temporada hemos tenido muchísimos problemas desde el principio pero que hemos ido sorteando con paciencia, trabajo duro y actitud positiva; lo que creo que ha calado hondo en todos los que formamos el club. Somos mejores ahora. Después de un tiempo de reflexión y muy a mi pesar, toca marchar. No sin antes agradecer al club su interés por renovarme. Me siento querido y valorado.

Me voy triste pero con una profunda sensación de haberlo dado todo. Han sido temporadas muy duras pero muy satisfactorias a todos los niveles. Profesionalmente, las cosas no han podido salir mejor, habida cuenta de los recursos con los que contábamos; y personalmente, he tenido la suerte de conocer personas maravillosas, tanto dentro como fuera del club, que han hecho que estos dos años en Oviedo vayan a ser inolvidables para mí.

Gracias a Fernando y a Héctor, por confiar en mí.

Gracias a tod@s los miembros del club: directivos, cuerpo técnico, cuerpo médico y jugadores. Vuestra implicación, trabajo, esfuerzo y talento han hecho que estas dos temporadas tan difíciles fueran un éxito. Gracias a los medios de comunicación por el respeto y trato recibido.

Y por último, gracias a los aficionados del OCB. Vuestras muestras de cariño son un regalo impagable que me llevo conmigo.

Me despido no sin antes reclamar mayor apoyo para el club. El trabajo que están haciendo para la ciudad es impresionante y sería una tragedia que dejaran de hacerlo por falta de medios.

¡MUCHAS GRACIAS, OVIEDO!

Once OCB, forever OCB.

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