La emoción del apretado final que vivió ayer el Descenso Internacional del Sella tuvo su correspondencia en la enorme alegría que invadió a los ganadores cuando pusieron pie a tierra. La pareja vencedora, los franceses Jeremy Candy y Quentin Urban, primeros de su país en ganar en el Sella, estaban emocionados por haber hecho "historia". "Es uno de los momentos más grandes de mi vida", decía Candy, que sobre el transcurso de la carrera cuenta que tuvo sus momentos: "En el comienzo tuvimos problemas, después fuimos en la cabeza de carrera; los 10 últimos kilómetros estábamos en la cabeza, diciéndonos que al sprint tenemos buena velocidad".

Al que le quedó un mal sabor de boca fue a Walter Bouzán, que regresaba junto a Álvaro Fernández Fiuza, una pareja que hasta ayer había ganado en las ocho ocasiones en las que habían participado juntos: "Mañana (por hoy) estaré más contento cuando valore este segundo puesto. Lo que pasa es que tuvimos incidentes, por dos veces nos dejaron mirando para arriba, la primera vez chocamos un golpe fuerte contra la orilla y pensé que habíamos roto la piragua", explicó. También reconoció que hicieron "lo difícil, que fue salir de La Boticaria marcando", pero que "un error nuestro" dejó a los franceses en cabeza a 500 metros y ya no los pudieron coger.

Más contento estaba Julio Martínez, que fue tercero junto a Emilio Llamedo y prometió volver: "Amo el Sella y el año que viene, si Dios me da salud, volveré otra vez, con 53 años".

Javi López: "No me lo creo"

Si había una persona feliz ayer en la llegada del Descenso Internacional del Sella, en Ribadesella, ese era el sotobarquense Javi López, que se impuso en la prueba de K-1, superando al favorito, el danés Mads Pedersen, vigente campeón y rival a batir. "No me lo creo. Hice una salida perfecta, no pensé que pudiera con tanta corriente, parece que el río está seco pero lo entrenamos con menos agua y montar con tanta agua con corriente de lado es complicado", dijo. En cuanto al desarrollo de la prueba, López explicó que se vio "delante" y que se tuvo que frenar un poco para llegar bien al final: "Hubo que mantener la calma e intentar no desfondarse, aguantar un poco". López no esperaba acabar primero a pesar de que lleva tiempo rindiendo bien: "Llevo un par de años con un nivel bastante bueno, pero no pensé que en K-1 en el río iba a ser tan competitivo, no me lo imaginaba, un podio ya lo firmaba y de ahí a ganar son palabras mayores". Tanto que le pudo la emoción: "Casi rompo a llorar tres veces, acabaré llorando".