Todo sobre la victoria (84-78) del Alimerka Oviedo Baloncesto: crónica, reacción del entrenador y los datos del partido

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Los datos del partido que ganó el Alimerka Oviedo Baloncesto al Iraurgi

Alimerka Oviedo, 84-Iraurgi ISB, 78

Cuartos: 25-25; 24-17; 18-11; 17-25 

Árbitros: Mikel Cañigueral, María Ángeles García y Daniel Cervantes. Sin exclusiones.

Polideportivo de Pumarín: Lleno. 

La crónica de la victoria (84-78) del Alimerka Oviedo Baloncesto ante el Iraurgi

El Alimerka Oviedo resucita

El OCB se impone al Iraurgi en un partido a vida o muerte por la salvación, en el que solo le faltó darle la vuelta al average, en un Pumarín abarrotado

Partidos como el que sacó adelante (84-78) ayer el Alimerka Oviedo Baloncesto ante el Iraurgi se ganan al rival y a uno mismo. El equipo carbayón cumplió el plan establecido, tuvo minutos en los que rindió a gran nivel, otras fases no tan buenas y, aunque llegó a los minutos decisivos con una renta importante, no fue capaz de espantar del todos sus fantasmas y acabó perdiendo el basket-average (en la ida cayeron por 94-85) tras un par de errores y algunas malas decisiones al final.

Pero eso es pecata minuta, algo secundario en comparación con la importancia que tenía acabar el partido habiendo anotado más puntos que el rival, que los jugadores sintieran que están preparados para afrontar un final de temporada que será muy duro, en el que vendrán momentos malos, pero que ahora se mira de otra forma, fuera del descenso, con una alegría que es oro puro para una plantilla que se está adaptando a una forma de jugar muy diferente, con otras ideas en ataque y hasta con distintos protagonistas.

Uno de ellos, elegido por la afición tras el partido como mejor jugador, es Marc Martí, que además de un ala-pívot de mucho nivel es el corazón de este equipo, alguien que lo ha pasado muy mal y por el que todos sus compañeros se alegran casi tanto como él mismo por su buen rendimiento. "Por fin estoy disfrutando", decía tras el partido alguien que se ha pasado más de un año lesionado de la rodilla y que acababa de anotar once puntos fundamentales para el OCB.

El partido siguió un guion peligroso para los locales, con un marcador ajustado y un acierto exterior del Iraurgi que, por momentos, les permitió disponer de un marcador favorable (se pusieron 16-22 a 2.30 de acabar el primer cuarto) que amenazaba con socavar la escasa confianza del conjunto azul. Pero no, este no era el día para melancolía alguna, y el OCB, con un triple en el último segundo de Martí, concluyó ese primer parcial empatado (25-25).

Ahí estaba también presente el efecto Pumarín, ese fortín que supo el papel que le tocaba desempeñar y lo hizo, animando, apretando y aplaudiendo errores y aciertos de sus jugadores. Y, con ese apoyo, el OCB fue poco a poco llevando el partido a su ritmo, rápido, encontrando con más claridad a sus tiradores y buscando la superioridad que tenían con respecto a su rival en el juego interior. Imperial estuvo Clevon Brown, que le da al equipo ese físico que tanto necesita, con algunos tapones espectaculares que levantaron al público. A pesar de todo, el Iraurgi, un buen equipo, se mantuvo enganchado al partido. Sólo los triples de Thorir Thorbjarnarson (otro que dio un paso adelante) y el propio Brown hicieron que la ventaja al descanso se estirara un poco (49-42).

En el tercer cuarto llegaron algunos de los mejores minutos del equipo azul, con un inspirado Romeo Crouch y con Pruitt por fin encontrando el acierto exterior. Una canasta de Brown elevó la renta a diecisiete puntos (67-50) a 1.14 de acabar el tercer cuarto. Pero un triple del Iraurgi redujo esa renta (67-53) para el último parcial. Se podía empezar a pensar en el basket-average, ese objetivo no declarado que se empezaba a ver realizable, pero al equipo le vinieron en los últimos minutos los fantasmas de una temporada muy complicada, con muchas decepciones. Llegaron las pérdidas y el miedo a una catástrofe y eso provocó que se dedicaran, sobre todo, a acabar con más puntos que el rival. Fue una pena también para los de Oviedo la última jugada, con ocho arriba (84-76), que se resolvió con un triple errado de Romeo Crouch cuando una canasta hubiera servido. Un mal menor. La alegría final demuestra que este OCB está vivo y que sale muy reforzado de un partido que era a vida o muerte.

Las palabras de Guillermo Arenas tras su regreso a Pumarín como entrenador del OCB

"Es muy de valorar el esfuerzo de los jugadores, están implicados y metidos»

"Volver a sentir el empuje de Pumarín, que el público esté encima de la cancha, todo ese calor, te hace disfrutar"

El rostro de Guillermo Arenas tras ganar a Iraurgi reflejaba la satisfacción por la victoria y porque los jugadores han seguido el camino que les ha trazado, entregándose para lograr una victoria que, señala el técnico, no debe quedar empañada por el error en la última jugada que les impidió darle la vuelta al basket-average: "Es muy de valorar el esfuerzo del equipo, han hecho dos semanas de trabajo intenso, han estado defensivamente muy bien y en ataque nos faltaba ajustar ciertas cosas pero el tercer cuarto demuestra que los jugadores están implicados y están metidos".

Arenas añadió que, tras el encuentro, le dijo a sus jugadores que "hay que estar contentos no solo por la victoria sino por cómo se ha comportado el equipo; estaban todos metidos, hemos encontrado puntos con muchos jugadores, eso es importante, los necesitamos a todos". Una victoria que debe servir para espantar fantasmas y ganar seguridad: "Es importante por la confianza en lo que estamos trabajando; si trabajas bien, que lo están haciendo, y no consigues victorias sabemos que esto es deporte y que la confianza baja y no terminas de encontrar tiros que hoy (por ayer) sí han encontrado".

El técnico ovetense sí reconoció que esa última jugada fue "una lástima": "Una lástima la última jugada, que nos cegáramos con el tiro de tres en vez de penetrar y tratar de forzar porque solo necesitábamos dos puntos para el average". Pero, insistía Arenas, "nos tenemos que quedar con el partido que hemos hecho. Hay cosas que mejorar, hay minutos que tenemos que corregir y tenemos que administrar mejor rentas como la de 17 puntos que tuvimos", señaló.

También tuvo palabras de elogio para el ambiente en Pumarín: "Volver a sentir el empuje de Pumarín, que el público esté encima de la cancha, todo ese calor, te hace sonreír, disfrutar y te dices que aquí se vive otra cosa". En cuanto a LeCesne, que no jugó nada, explica que no estaba al nivel del resto: "No ha podido entrenar con normalidad y para jugar a este nivel todos tenemos que entrenar a ese nivel; el resto están al 200% y es con lo que me quiero quedar". Tampoco sabe si LeCesne volverá a estar a ese nivel que pide: "Yo empujo por todos, pero los jugadores tienen que dar un paso adelante y creer, yo puedo empujar pero los que van a salir a jugar son ellos. Voy a seguir empujando por todos y estaremos todos los que quieran estar", zanjó.

Suscríbete para seguir leyendo