El Muro de Zaro despide un fabuloso año al grito de "Artime es el Belenos": el Pasek avilesino cayó con el Cisneros pero seguirá en División de Honor de rugby

El partido estuvo lleno de emoción por el adiós del entrenador

Un momento del partido entre el Belenos y el Cisneros disputado en el Muro de Zaro, en Avilés. |

Un momento del partido entre el Belenos y el Cisneros disputado en el Muro de Zaro, en Avilés. | / Mara Villamuza

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Fueron demasiadas emociones las que se juntaron en el Muro de Zaro durante un partido que fue una fiesta pero que, a veces, pareció un velatorio. Y no porque los participantes estuvieran tristes, que no era el caso, todo lo contrario, sino por la emotividad que se apoderó de todos los rincones del municipal avilesino, que se alojó en los rostros de los protagonistas, y que en muchos casos terminó explotando en llanto.

La grada del Muro de Zaro el último partido de la temporada. | Mara Villamuza

La grada del Muro de Zaro el último partido de la temporada. | Mara Villamuza / Antonio Lorca

Lo de menos era el partido, aunque, siempre competitivos, perderlo no les gustó demasiado a los protagonistas. Y es que era el día de despedir a un pedazo del club, a Pablo Artime, el entrenador y uno de los fundadores, que deja el equipo, que vuelve a La Coruña, y que deja algo huérfanos a gente como Felipe Blanco, el presidente, que, claro, también se emocionó al pensar que la próxima temporada no le tendrá a su lado: "Yo no sé si encontrar al entrenador va a ser fácil o no, lo que sí sé que no voy a encontrar es otro compañero igual", sentenció tras el partido.

Felipe Blanco y Pablo Artime, en el centro, se dirigen a los jugadores y al resto del cuerpo técnico al término del partido ante el Cisneros. | M. V.

Felipe Blanco y Pablo Artime, en el centro, se dirigen a los jugadores y al resto del cuerpo técnico al término del partido ante el Cisneros. | M. V. / Antonio Lorca

El invitado a esta fiesta, que tuvo música al descanso y en el tercer tiempo, fue el Cisneros. El histórico club madrileño, que tiene en las vitrinas del Colegio Mayor en el que se fundó los trofeos de sus cuatro Copas y de sus dos Ligas, se llevó el partido, por 15-26, un resultado que se podía esperar porque el equipo madrileño lidera el grupo B de División de Honor y cuenta con varios internacionales en sus filas. Además, sin alardes, supieron llevar el choque a su terreno y, sobre todo, aprovecharse de unos de los puntos débiles del equipo de Avilés, su melé, que terminó cediendo demasiado ante el empuje de los delanteros rivales.

Público y jugadores tras el partido. | Mara Villamuza

Público y jugadores tras el partido. | Mara Villamuza / Antonio Lorca

Durante el partido, en el banquillo, el rostro de presidente y entrenador eran de concentración. Pensaban que un año como este merecía un final perfecto, pero, seguro, un rato después de acabar se dieron cuenta de que era lo de menos y de que nadie les va a pedir cuentas por ello. Lo dejó claro el público, entregado, que conformé fueron pasando los minutos fue entonando sus cánticos, como el que dice "del Muro de Zaro no nos moverán" que hizo rememorar a Felipe Blanco los años en los que todo este proyecto se comenzó a gestar.

Pero el gran protagonista era Pablo Artime, que se va, pero volverá muchas veces, de visita, a ver a su gente de toda la vida, aunque la próxima temporada ya no será el entrenador de este equipo que ha consolidado su histórico ascenso a División de Honor con un permanencia que, aunque holgada, les ha costado sangre, sudor y lágrimas. La grada le pidió "Artime quédate" y, como sabía que no es posible, terminó coreando unida "Artime es el Belenos".

Y al entrenador, tras el partido, también le delató un tono rojo en los ojos, pero estaba justificado: "Es el equipo de toda mi vida, he jugado, he estado en todas las facetas, directivo, capitán, entrenador y, lógicamente, para mí es emotivo que sea el último partido, al menos por una buena temporada, ya veremos si hay más". También se le viene a la cabeza la campaña, que ha sido complicada: "Muchos inconvenientes, lesiones importantes, gente que se ha ido porque no se ha adaptado, ha sido muy difícil, con un mal calendario".

En el campo, uno de los protagonistas es el tercera línea Juan Aristemuño, capitán del equipo, que asegura estar "enojado", pero "contento": "No me gusta perder, pero estamos contentos, hemos conseguido el objetivo", concretaba. A él también le sube algo por la garganta cuando se despide de "un grupo que seguramente haya jugado su último partido junto". El argentino quiso agradecer el "apoyo impresionante de toda la ciudad", que les ayudó a "ganar muchos partidos en el último minuto". Felipe Blanco, por su parte, ya está pensando en la próxima temporada, "nos hemos comprometido con algunos", aseguró. También lanzó un mensaje para el que piense que lo ha visto todo: "El ADN del Belenos es el inconformismo".

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