Fútbol | Segunda Federación

Claudio, delantero del Real Avilés, se sincera: "Debemos lamernos las heridas y levantarnos, no hacernos las víctimas"

Los máximos culpables de esta situación somos nosotros; echar a Cañedo era una decisión difícil, el tiempo dirá si fue acertada"

Claudio Medina, acosado por los jugadores del Rayo Cantabria Dani González y Diego Fuentes, con Iván Serrano a la derecha. | |  MARA VILLAMUZA

Claudio Medina, acosado por los jugadores del Rayo Cantabria Dani González y Diego Fuentes, con Iván Serrano a la derecha. | | MARA VILLAMUZA / Javier Sámano Lucas

El comienzo como blanquiazul para uno de los fichajes más sonados del Real Avilés el último verano, Claudio Medina (León, 30 años), no está siendo el soñado. Con el equipo en descenso, al delantero, con dos tantos en trece jornadas de Liga, se le exige una mayor aportación goleadora. El leonés, no obstante, no pierde la fe en la adversidad.

–¿Cómo están de ánimo?

–Estamos jodidos. No hundidos, pero sí jodidos, porque nadie se esperaba estar a estas alturas peleando por salir del descenso, pero el fútbol es así y tenemos que adaptarnos porque, si no, cavaremos nuestra propia tumba. Necesitamos cambiar la dinámica, es pronto y todavía podemos optar a todo.

–Son un equipo diseñado para luchar por el ascenso. ¿Cómo se gestiona emocionalmente la frustración de verse en descenso?

–Es difícil. Veníamos aquí a ganar la Liga, parecía que los rivales nos lo iban a poner en bandeja de plata y que íbamos a ganar 4-0 todos los partidos. Esto va de regularidad y de no perder la cabeza. El otro día, después de perder contra el Rayo Cantabria, es normal irse jodido a casa, pero hay que levantarse y lamerse las heridas, no podemos hacernos las víctimas y decir "ay, qué mala suerte tenemos".

–El partido del domingo contra el colista, el Arandina, es una buena oportunidad para ustedes para empezar a remontar el vuelo.

–Es superimportante. Aún no hemos ganado en casa, necesitamos coger confianza y, más que los tres puntos, que claro que nos hacen mucha falta, necesitamos demostrarnos a nosotros mismos que sabemos ganar. Necesitamos ese arreón anímico que nos impulse para afrontar bien los partidos hasta Navidad.

–Mencionaba que todavía no han ganado en el Suárez Puerta. ¿Hay un componente psicológico detrás de esa circunstancia?

–Puede ser que algo afecte. Juegas en casa, la gente aprieta y no eres capaz de darle lo que deberías a nivel de resultados, aunque en casa no hemos hecho, salvo algunas excepciones, malos partidos. Pero yo firmo jugar todos los partidos en el Suárez Puerta. Este domingo tenemos que darle a nuestra gente la primera victoria.

–Llevan dos semanas a las órdenes de Manuel Sánchez Murias. ¿Qué diferencias aprecia entre su nuevo jefe y Emilio Cañedo?

–Cada entrenador es un mundo. Yo he tenido unos diez, te quedas con un poco de cada uno. Manolo y Cañedo son diferentes, creo que nos venía bien un cambio de aires, pero los máximos responsables, tanto cuando va bien como cuando no, somos lo jugadores. Pero el club tuvo que tomar una decisión para cambiar la dinámica, y echó al entrenador porque no puede echar a diez jugadores.

–Daba la impresión de que Cañedo contaba con el respaldo del vestuario.

–Él tiene su parte de responsabilidad, pero los máximos culpables de la situación, como te dije antes, somos nosotros. Solo queda mostrarle nuestro apoyo y desearle suerte, tuvo una relación magnífica con el club, era una decisión muy difícil. ¿Acertada? El tiempo dirá.

–Generan ocasiones, pero les cuesta traducirlas en goles.

–No somos de meter cuatro goles en todos los partidos, pero cuando los metemos nos lo meten también a nosotros… luego damos al palo, fallamos ocasiones en partidos cruciales… Y también es cuestión de confianza, por supuesto. Estamos en una dinámica en la que los resultados no acompañan, nos falta gol y encajamos demasiado y, cuando se dan ambas cosas, pues el resultado es una temporada mala como la que estamos teniendo. Lo más importante es estar juntos, ser solidarios e ir en bloque; no encajar gol, para nosotros, va a suponer casi siempre ganar el partido. Los goles llegarán, yo he tenido años de meter 40 y otros de meter 2, son rachas.

–Lleva dos goles en trece partidos. ¿Está contento con su rendimiento?

–No estoy satisfecho. No creo que sea un desastre, ni yo ni ningún compañero, pero soy uno de los responsables de que el equipo no esté funcionando. He jugado bastante como titular, esperaba llevar más goles. No soy partidario de esa mentalidad de meto veinte goles o me corto las venas, yo lo que quiero es que gane el equipo y si en vez de veinte goles doy veinte asistencias, estupendo. Pero soy delantero y el equipo necesita que haga goles.

–¿Ha entrado con buen pie en el vestuario?

–Con esta gente es fácil encajar. Cuando estaba Cañedo, aunque fui el último en llegar, me recibió muy bien, y con Manolo igual. Este vestuario se lleva solo, la gente es muy alegre, a pesar de todo lo que está pasando hay muy buen rollo, pero eso no significa que no nos fastidien las derrotas: el otro día, después de perder contra el Rayo Cantabria, se notaba que la gente estaba jodida, y es algo bueno, eso significa que no nos da igual.

–¿Volveremos a ver al Claudio que se infló a marcar goles en el Sporting Atlético y el Langreo?

–Recuerdo muchos goles y muy buenos momentos de esas etapas, ya conocía Asturias y por eso tomé en unas horas la decisión de venir al Avilés. Me encuentro muy bien, el año pasado me lastró una lesión grave durante todo el año, pero siento que he cogido el ritmo rápido. Lo que necesito, como todos, es ganar confianza, soltarnos y tener esa pizca de suerte, porque los partidos igualados no están cayendo de nuestro lado y eso, al final, te lastra. Aun así, vamos a seguir creyendo hasta el final.

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