Raúl Criado | Campeón del mundo de carrera de montaña, participa en la Kangas Mountain

Un campeón del Mundo corriendo en Asturias: "Soy competitivo, pero también disfrutón"

"De mi estreno en Cangas de Onís espero disfrutar, tiene un nivel superalto y un ambiente increíble"

Raúl Criado, durante una carrera. | Iñaki Lombardero

Raúl Criado, durante una carrera. | Iñaki Lombardero / Javier Sámano Lucas

La existencia de Raúl Criado (Canfranc, Pirineo aragonés, Huesca, 28 años) ha discurrido, casi desde el mismo momento su nacimiento, entre picos nevados y laderas escarpadas. Es por ello que hay un punto de coherencia en que Criado –uno de los favoritos a llevarse hoy la Kangas Mountain– se dedique a la carrera de montaña. No se le da mal: en 2021 fue campeón del mundo.

–¿Qué espera de su estreno en la Kangas Mountain?

–Disfrutar, sobre todo. Dan mal tiempo, y eso me vendrá bien, es una ventaja para mí. Seguro que hay un ambiente increíble, conozco gente que ha participado en la prueba y me ha la ha recomendado y el nivel de los participantes es superalto. Además, me encanta Asturias, intento venir siempre que puedo porque es un entorno maravilloso.

–Es uno de los favoritos. ¿Le afecta la presión?

–No, no siento presión. Cada uno sabe cómo se encuentra en cada momento, el único que sabe cómo está mi cuerpo soy yo. De todos modos, no me veo como favorito, no creo en esas etiquetas. Voy a correr lo mejor que pueda: si sale bien, estupendo, y si no, pues otro año será.

–Hábleme de sus comienzos.

–Yo me crié entre montañas. Empecé andando rápido por mi pueblo. Como soy muy competitivo, quería mejorar mis tiempos, ir más rápido. Por aquel entonces, se puso de moda la carrera de montaña. Vi vídeos y dije: este es mi deporte. Entonces, pasé de andar a correr, ¡iba corriendo a todos lados! Seguí picándome conmigo mismo por mejorar, y acabé en el centro de tecnificación de Aragón.

–La montaña siempre ha sido el centro de su vida.

–Siempre he estado conectado con la naturaleza, disfruto conociendo la fauna, la flora, andando por el monte, explorando todo lo que me ofrece mi entorno. La naturaleza es mi casa, fuera de ella me siento raro: cuando voy a la ciudad me siento diferente, fuera de lugar. La montaña es mi vida.

–Su lema es: "La clave del éxito es disfrutar de lo que haces". ¿Cómo se consigue eso compitiendo en circunstancias algunas veces extremas?

–Como más disfruto es siendo consciente de mi propio progreso, nunca me comparo con nadie. No disfruto por el resultado en sí, sino por ver que lo que hago en el día a día da resultados en mí mismo, que me siento bien, rápido, que hago buenos tiempos. No me pongo ninguna presión, vivo la vida que quiero vivir y tengo salud, soy un privilegiado. Cuando me va bien, disfruto el doble, y si no, me quedo con el proceso, que es lo más satisfactorio.

–El campeonato del mundo de larga distancia. ¿Fue su mejor momento?

–Sí y no. No me quedaría solo con ese momento, que está muy bien, pero me quedo con todo lo trabajado antes; sin eso no lo habría disfrutado ni la mitad. Lo más bonito es lo que se consigue en el día a día, el proceso del que te hablaba antes. Ese campeonato fue la guinda del pastel, pero no sería justo quedarme con un momento en concreto.

–Habla de disfrutar de lo que hace, pero también habrá vivido momentos complicados en la montaña.

–Sí, por supuesto, se sufre mucho. Hay carreras en las que vas al límite y sientes que no puedes más. Recuerdo una vez que tuve que retirarme por una hipotermia. Siempre hay momentos malos, pero tienes que tener muy presente que pasarán y darán paso a cosas buenas.

–¿A qué se aferra para resistir cuando escasean las fuerzas?

–Si en una carrera siento que estoy exhausto y que no voy a conseguir el objetivo, me digo: disfruta el momento, estás donde te gusta, en la naturaleza, peor sería estar en el sofá de casa, y trato de acabar tranquilo, aunque sea dando un paseo y fijándome en las vistas. Soy competitivo, pero también disfrutón.

–¿Qué próximos retos tiene en mente?

–Quiero seguir mejorando, ese es siempre el objetivo, mejorar mi rendimiento. No me centro en ir a tal o cual carrera: según me vaya viendo, veremos por dónde tirar. El gran reto, de momento, es no perder la motivación, seguir con ganas.

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