El emotivo homenaje a Ale Padín, jugador del cadete del Condal fallecido: "Era único"

Los compañeros y la familia del joven le recordaron antes del partido contra el Llanes

Homenaje a Alejandro Padín.

Homenaje a Alejandro Padín. / Miki López

Pegado al Alejandro Ortea, como si frotasen espalda contra espalda, está el campo de Güelito. En el primero, de hierba natural, juega sus partidos el Condal. El otro, artificial, lo utilizan las categorías inferiores del club de Noreña, como el cadete A en el que militaba Alejandro Padín Cercadillo, Ale, fallecido el pasado sábado a los quince años y que fue homenajeado esta tarde antes de la disputa del partido del que siempre será su equipo contra el Llanes.

El tributo a Alejandro fue tan sobrio como desgarrador. Los padres de sus compañeros formaron un pasillo que atravesaron sus padres, Alejandro y Pilar, junto a su hermano Lucas. Al fondo, esperaban los jugadores con un ramo de flores y un brazalete conmemorativo. Portaban, además, dos pancartas. En una se podía leer: “Alejandro Padín. Siempre con nosotros. Te queremos”. La otra hacía referencia a su dorsal: “Al3 Padín. Siempre presente”. Ambas se quedarán en el Güelito hasta, al menos, el final de la temporada.

Los jugadores entregan a la familia del fallecido un ramo de flores.

Los jugadores entregan a la familia del fallecido un ramo de flores. / Miki López

Mientras, la lluvia castigaba el tejado de chapa del único lateral resguardado del campo. Allí, sentada en una silla, Marta Villarejo, madre de un compañero y amigo de Alejandro, Jorge Rodríguez, se protegía de la lluvia. “Mi hijo está mal -explica-. Eran de la misma pandilla, iban juntos al instituto. Fue un shock tremendo, y con el paso de los días es cada vez peor porque va siendo más conscientes de la ausencia de Alejandro en clase, en los entrenamientos, en todo”. 

“Era un niño fantástico, buen compañero, que no buscaba la confrontación, sino que siempre aportaba calma y soluciones. Era muy buen jugador y muy buen estudiante”, apostilla Villarejo. “Alejandro era único”, sintetiza el que era su entrenador, Miguel Redondo, encargado de transmitir a sus chicos una noticia de la que tuvo conocimiento instantes antes de jugar contra el Romanón el pasado sábado. “Se lo conté al final del partido. Me di la vuelta, lloré y, cuando vi que era el momento, me abracé a los jugadores. Estábamos todos igual de destrozados”, relata.

Pasillo a Alejandro Padín y Pilar Cercadillo, padres de Alejandro.

Pasillo a Alejandro Padín y Pilar Cercadillo, padres de Alejandro. / Miki López

“Estamos todos plof”, concede el presidente, Marino Córdoba, al tiempo orgulloso por el afecto brindado a la familia del fallecido. “En el funeral había jugadores del primer equipo, trabajadores del club, aficionados que no conocían de nada a Ale… en un momento así se demuestra que el Condal es una familia”.

Los compañeros de Alejandro pudieron redondear el homenaje con victoria, un 4-3 con remontada incluida. Todos los goles, claro, llevaban dedicatoria incluida. A pesar de todo, apunta su entrenador, se mantuvieron «bastante enteros». «Son unos campeones», concluye, epatado por la insólita entereza de unos muchachos de apenas quince años.