Arbidel, a una brazada de París

El nadador corverano pasa página del Mundial y mira a los Juegos: "Tengo el sueño muy cerca"

Arbidel González, durante la semifinal de 200 mariposa del Mundial de Doha. | Efe

Arbidel González, durante la semifinal de 200 mariposa del Mundial de Doha. | Efe / Noé Menéndez

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Tras disputar el Mundial de Natación, celebrado en Doha, Arbidel González se ha tomado un pequeño descanso antes de enfocar el verano. En sus pensamientos solo tiene un objetivo: estar en los Juegos Olímpicos de París. Aunque prácticamente tiene pie y medio en tierras francesas, el corverano quiero asegurarse su billete en el próximo campeonato de España, en el que tiene que repetir la marca que firmó el año pasado para conseguir su plaza. Pero antes, ha decidido pasar unos días con su familia y hace un parón para, en la piscina que le vio dar sus primeras brazadas, atender a LA NUEVA ESPAÑA.

Arbidel, a una brazada de París

El nadador estos días en Asturias / Mata Villamuza

"El Mundial no fue como esperaba, pero acabé contento", reconoce el nadador. El asturiano firmó en Doha en los 200 mariposa un tiempo de 1:56.77, lo que le colocó en décima posición, fuera de la pelea por el título mundialista. Además, tampoco consiguió la mínima olímpica, la misión con la que desembarcó en Qatar. Aun asó, el corverano mira al futuro con optimismo. "El tiempo sé que lo tengo. En el Mundial me quedé a un segundo, pero sé que en verano lo puedo conseguir", afirma, seguro de sus posibilidades.

Y es que, tras estas vacaciones exprés de cuatro días, Arbidel tiene que regresar a Madrid para prepararse para el campeonato de España. Su idea no es otra que conseguir el mismo tiempo que realizó el pasado mes de julio en Fukuoka, Japón, 1:54.99, un tiempo que se convirtió en el récord de España de 200 mariposa. "Al haber hecho ese tiempo, en principio tengo prácticamente asegurada la plaza para los Juegos", explica el deportista. Solo que alguien lo mejorase dejaría al corverano fuera de la expedición a París. "Más o menos estoy dentro a un 80%. Pero, aun así, quiero mejorar ese tiempo", asegura. Y es que tanto los Juegos como el nacional llegan cuando el nadador está en su mejor estado de forma. "Al llevar entrenando para eso desde marzo estoy como un avión para esas fechas", bromea.

"Si finalmente voy a los Juegos sería cumplir el sueño de cualquier niño que empieza en la natación", revela el nadador, que con 21 años está a un paso de cumplirlo. Arbidel empezó a nadar en Oviedo, cuando sus padres, también deportistas, "decidieron apuntarme al único deporte que ellos no practicaron". Desde muy joven lleva fuera de su casa peleando por algo que ahora tiene en su manos. Además, se está convirtiendo en un icono de la natación nacional y la prueba de que, aunque crezcas en un club pequeño, se puede llegar a lo más alto. "Empecé en Oviedo, aunque de primeras no se me daba muy bien. Pero poco a poco, fui creciendo y participando en competiciones cada vez más importantes, como el Europeo o el Mundial", cuenta. Ahora, aunque lo reconoce con timidez, los más pequeños le paran en los campeonatos para hacerse fotos con él. Y es que, si nada cambia, puede ser el primer nadador asturiano en participar en los Juegos. "Darte cuenta de que llevas entrenando toda tu vida para progresar y, de repente, ver que puedes estar ahí es muy grande", confiesa.

Arbidel no quiere echar las campanas al vuelo, por si acaso, pero ya fantasea con sus primeros Juegos. "Tengo ganas de vivir la experiencia olímpica desde dentro. Siempre me ha llamado la atención y poder estar ahí tiene que ser genial. La ceremonia inaugural va a ser en el Sena, que apunta a que será precioso", señala el corverano, que a nivel deportivo quiere pelear por una semifinal y “intentar luchar por estar en una final, pero será muy complicado”. Lo que está claro es que Asturias tiene en sus manos a una de los diamantes del deporte español y que, si todo sigue su curso, uno de los encargados de hacer que toda la región vibre durante las olimpiadas.

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