Tarde grande en Pumarín (86-81): El Alimerka Oviedo Baloncesto derrota al Betis y a sus fantasmas

El Alimerka Oviedo Baloncesto se impuso al Betis en un partido que se disputó al elevado nivel físico que le interesaba, en el que brilló en defensa, pero en el que la principal batalla que tuvo que ganar fue la que jugó contra sí mismo en los últimos minutos del encuentro. Y a punto estuvo de volver a perderla. Esta vez fue capaz de evitarlo y el equipo asturiano sumó una victoria importantísima en su lucha por mantenerse una temporada más en la LEB Oro.

Los 36 primeros minutos del partido sirvieron para que los dos contendientes ofrecieran un nivel muy alto de juego, con bastante acierto exterior, y un marcador en el que se fueron alternando las ventajas para uno y otro equipo. Fue así hasta que en el último cuarto apareció un Mikel Sanz sublime para dar media victoria a los de Oviedo. El mate tras un brutal contraataque con el que puso por delante al OCB (73-71) a 6.56 del final levantó a un público que abarrotó Pumarín. Pero es que, con el resto del equipo atascado en el lanzamiento, tuvo la personalidad y el talento de disparar la renta primero con un triple y después con dos tiros libres (79-71). Quedaban 4.08 y el partido estaba encarrilado a favor del equipo azul.

En ese momento se le aparecieron al Oviedo Baloncesto, como fantasmas sobrevolando por la pista, las dos últimas derrotas que ha sufrido el equipo, quizá alguna otra más, pero sobre todo las que se les escaparon por un punto ante el Amics Castelló (80-81) y por otro en la cancha de Alega Cantabria (84-83). Tras los dos tiros libres anotados por Sanz, el técnico del Betis, Bruno Savignani, pidió un tiempo muerto. Nada más salir, Joaquín Rodríguez, que mostró en Oviedo el enorme talento que tiene, se fue a canasta, anotó y sacó una falta a Martí. Erró su tiro (79-73) y a continuación Martí sufrió una falta, tuvo dos tiros y anotó uno (80-73). Quedaban 3.34 y empezó el caos, una bandeja errada del OCB y una canasta de Betis que apretaba el marcador (80-75).

El Alimerka buscó a Martí bajo el aro, el capitán recibió una falta, pero erró sus dos tiros libres. Berzins, en el otro aro, también dispuso de una falta y sumó un solo punto (80-76) a 2.46 del final. Horton se fue con talento a canasta y anotó (82-76), el equipo de Oviedo defendió bien, recuperó el balón, pero no anotó, dejando a Betis que volviera a sumar (82-78) a 1.46 del final. A continuación, falló un triple Horton, pero un Lobaco que volvió a estar excelso en defensa se hizo con el balón y sacó una falta. Uno de los mejores tiradores del equipo tenía dos tiros libres a 1.31 del final para poner a su equipo seis arriba. Falló los dos. Pero es que, tras otra buena defensa, con un fallo en el lanzamiento de Joaquín Rodríguez, a 1 minuto del final, Horton no fue capaz de pasar del centro del campo. Pérdida. Balón para Betis y todos en Pumarín pensando en que esto ya lo habían visto antes.

Sacó el partido el Oviedo Baloncesto en defensa, porque de nuevo evitaron que el Betis anotara, cogiendo el rebote un Hugo López que estuvo también a un nivel enorme, peleando por cada balón. Pero le hicieron falta en ese rebote y falló los dos tiros libres. La acción no acabó ahí, Sanz cogió el rebote, también le hicieron falta y anotó uno de los dos tiros (83-78). Quedaban 50 segundos y parecía que, tras otra gran defensa, con Lobaco cogiendo el rebote, el duelo se quedaba en Oviedo. Pero le hicieron falta a Lobaco, que anotó solo uno de los dos tiros (84-78).

El Betis pidió un tiempo muerto a 37 segundos del final y nada más salir Berzins dejó frío a Pumarín con un triple (84-81 a 31 segundos del final). Cogió el balón Horton, el mismo que lo perdió ante el Amics Castelló, pero esta vez supo conservarlo, que corriera el reloj y esperar al momento adecuado para irse hacia la canasta, recibir falta y anotar dos tiros libres que, esta vez sí, dejaban la victoria en Oviedo. Una victoria que debe servir también para quitarse una losa de encima. Esa que les ha hecho perder partidos que tenían en el bolsillo y que ayer casi les cuesta un disgusto ante un gran Betis al que superaron en una tarde en la que el público, a pesar de los sustos, se fue orgulloso de su equipo.

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