Al orgulloso Horizonte Atlética de balonmano se le escapa al final el triunfo en el cierre de la fase de ascenso

Los avilesinos, sin nada en juego, protagonizaron una gran reacción tras un mal inicio y acaban la temporada con un empate ante el OAR Coruña (32-32)

José Carlos Hernández trata de irse de un rival.

José Carlos Hernández trata de irse de un rival. / Ricardo Solís

Un choque sin nada en juego y programado a las diez de la mañana no parece un anuncio con buenas nuevas, pero el Horizonte Atlética tiró de orgullo para convertir el último partido de la fase de ascenso a División de Honor de Plata de balonmano en un reto ilusionante. Empezó mal, siguió peor y al final de la primera parte protagonizó una gran reacción que tuvo continuidad en la segunda mitad y que a punto estuvo de recompensarle con el triunfo. Un gol de los gallegos en la última jugada lo impidió y añadió amargor a la expedición avilesina a Triana.

Y eso que los de Juan Muñiz empezaron negados, espesos en ataque y fiados al poco acierto del OAR para sobrevivir. Tras algunas alternancias en el marcador, la máquina de perder balones en que se convirtió la Atlética dio réditos al rival, que se escapó de cuatro goles. Estaban tan atorados los jugadores del conjunto asturiano que no pudieron recortar ni en superioridad numérica (11-15). Un tiempo muerto ayudó a reubicarse al equipo, impulsado por los paradones de Adrián Carvalho y por la clarividencia en ataque de Aitor Rodríguez. Un gol de Puig al final, sorteando la amenaza del pasivo, dejó el marcador en tablas al descanso (16-16).

La segunda salida de vestuarios del Horizonte Atlética no tuvo nada que ver con la inicial. Se vio a un equipo mucho más centrado, intenso en defensa, que forzó muchos errores en el OAR. Hasta tres goles de renta llegaron a acumular los hombres de Juan Muñiz, pero de nuevo su irregularidad metió en el partido a los gallegos y el partido se vio abocado a un final apretado. Por un momento pareció que iba a salir cruz, cuando la Atlética sufrió dos exclusiones simultáneas que provocaron un tiempo muerto con 23-25 a favor de los coruñeses. Pero el orgullo volvió a meter en faena a los avilesinos, con unos excelentes minutos finales de Aitor Rodríguez y de Puig que parecían decantar la balanza del lado asturiano. Se entró en el último minuto con 32-30, pero un rápido ataque gallego y la enésima pérdida absurda, ante la presión final rival, dejó la última bala para el OAR, que no la desaprovechó y empató sobre la bocina.