Etapa reina del Giro de Italia: Pogacar se exhibe y el asturiano Pelayo Sánchez vuelve a intentarlo

Tadej Pogacar se impuso con autoridad en la etapa reina del Giro, un recorrido de 222 kilómetros entre Manerba del Garda y Livigno. El esloveno superó con un ataque espectacular al colombiano Nairo Quintana en los últimos metros para erigirse como el rey del ciclismo actual y el líder absoluto de la competición italiana.

Quintana no pudo culminar una escapada que inició a 20 km de la meta, ayudado por el asturiano Pelayo Sánchez, y en la que aguantó al frente hasta a dos kilómetros de la meta. La Maglia Rosa del Giro coronó Livigno, a 2.385 metros de altitud, con un tiempo de 6 horas y 11 minutos en la etapa reina.

Otra exhibición más, la enésima, del ciclista nacido en Komenda (Eslovenia) en 1998. Esta, en concreto, con la particularidad de ser la primera que rubrica en la etapa más importante del Giro al ser su primera participación. Esperó, como siempre, el momento adecuado, y cuando puso el turbo no tuvo rival. Ni siquiera un gran Quintana, ganador de este mismo evento en 2014, pudo aguantar el ritmo infernal de un ciclista ya histórico que, a sus 25 años, va con todo para rubricar el doblete Giro-Tour.

El Giro está en su mano tras una crono en la marcó territorio este sábado y la superlativa exhibición de ayer alzando los brazos en solitario en la emblemática subida hacia Mottolino, de 4,7 km al 7,6%, rampas máximas de un 19% y una meta se a 2.385 metros de altitud.

Tras alcanzar a Quintana, Pogacar le superó con una facilidad pasmosa y levantó los brazos en solitario una vez más tras una subida multitudinaria en la que fue el centro de atención. Rodeado de gente que le animaba. El Giro está sentenciado tras otra exhibición del esloveno.

El gran papel de Pelayo Sánchez. El Giro está sirviendo para confirmar la superioridad de Pogacar y para mostrar a algunos jóvenes talentos. El asturiano Pelayo Sánchez está en este selecto grupo. Ayer volvió a mostrar destellos de su clase, al participar en la escapada en la que se fraguó la candidatura de Nairo Quintana, solo neutralizada por Pogacar. El asturiano, que ya ha ganado una etapa en la presente edición, está demostrando las razones por las que Movistar confió en él para estar en el Giro y el brillante futuro que tiene por delante.