Ahí la tienes, Sergio. Tu pelota ya bota en el área del Tartiere para que la rompas en siete partidos. No te queda otra. No tienes margen, son cinco puntos para recortar. Cuando te fuiste tenías solo a tres el ascenso directo. Esto es otro rollo, rock and roll, amigo; hace tiempo que no te veo, espero que sigas con la media melena. Míralo por un lado. Vienes a cobrar lo que te debemos en Oviedo. Es verdad que la decisión de irte fue tuya, pero todos sabemos que te echó una sainete de vestuario, un mal rollo que no quisiste aguantar más. Tuviste tanta dignidad al dar media vuelta como valentía y altura de miras al descolgar el teléfono ahora. Tu sí es de categoría. En Oviedo te debíamos trece partidos de la 2015-2016 y te devolveremos siete de la 2018-2019. Sería la pera hacer un 7+4 (el play-off) y solo te faltarían dos.
Aquí las cosas han cambiado un poco, ya no todo es tan bonito, sospechamos a menudo los unos de otros y nos decimos quién merece llamarse oviedista y quién no. Así que no siempre acabamos bien.
Si te cruzas con Anquela dile que esto es lo mejor que podía pasar con él. Estaba todo muy viciado, tenía mala pinta.
Ahora, Sergio, la "insitusión" te necesita. Recuerdo que leías bien el partido y que, más o menos, el equipo jugaba. No eras el Milan de Sacchi, pero aquello servía para un apaño. Nos caes bien y vamos contigo a muerte, Sergio. Eso no quiere decir que todos pensemos que es la mejor decisión o la más justa. A ver, contigo sí que es justo, te lo mereces todo y más. Y bueno, ya tienes una edad. A otros les queda mucho tiempo por delante. Parecía este un buen momento para él, siete partidos a cara o cruz, sin compromisos. Pero seguro que no generaba tanto consenso popular como tú. Es igual, estamos contentos, tenemos otra vez ilusión.
