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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión tras el Espanyol-Sporting: Tantos tiros como puntos

El Sporting pierde en Cornellá al final sin disparar a puerta y con el VAR mareándose cuando Babin empezó a sangrar

Javi Fuego se abraza a Gragera con Babin detrás

En una tarde sin porterías (o casi), el Sporting logró hacer buena la máxima que dice que “cuando no puedas ganar, dedícate a evitar perder”. Y a eso se dedicaron los rojiblancos en el regreso de David Gallego a Cornellá a base de seriedad atrás, arriesgar lo justo y esperar algún chispazo de los de arriba. Con orden y cabeza, el Sporting convirtió al fiero Espanyol, que esperaba a los gijoneses con ganas de sangre, en un lindo gatito.

Los únicos zarpazos espanyolistas llegaron con tiros desde la frontal. El plan para secar a los jugadores del Espanyol con nitroglicerina en sus botas como Raúl de Tomás y Embarba funcionó hasta que apareció Wu Lei. En lo que se refiere a la cuenta atacante del Sporting, no se molesten en buscarla, se quedó a cero. Diego López se quedó sin poder demostrar que se trata de uno de los mejores porteros de la categoría. Al Sporting le valía el empate y optó por darle una tarde tranquila al meta del cuadro catalán. Tampoco es que los rojiblancos pusieran mucho de su parte para ponerle a prueba.

Todo estaba fiado a aguantar atrás y cazar a los favoritos en una contra. Así que lo más que llegaron a acercarse los muchachos de la quinta del cole fue con un par de balones colgados de aquella manera por -sí, señoras y señores- Carmona. Los cambios de Gallego le dieron otro aire al equipo. Pero sin gol, la gloria pasa de largo. Por eso los puntos, y encima cuando el Sporting ya se veía saliendo de Cornellá igual que como entró, se quedaron en Barcelona, donde tienen a un chino que marca y un VAR que se mareó en cuanto vio a Babin sangrando. Y lo del córner final, mejor para otro día.     

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