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La opinión tras el Sporting-Espanyol: Chuck Norris y el zurrón

Hay que preguntarse si el Sporting tuvo centro del campo, donde los buenos y caros, los que deben aparecer en días así, estuvieron desaparecidos en combate en muchas fases

Una acción del Sporting-Espanyol

No estuvo RDT, pero apareció Djuka. Otra vez. Y ya van diecisiete. Con eso le sirvió al Sporting para tener alguna opción ante el Espanyol. La doctrina semanal indicaba que el choque entre gijoneses y barceloneses estaba llamado a marcar el devenir más inmediato de los de Gallego. La duda era si salir a por todas para recortar distancias con el ascenso directo o resistir en el fuerte de El Molinón pensando en conservar el colchón de la zona de confort en la que se ha convertido el play-off para los rojiblancos.

Pero al final, como siempre, la realidad manda. Y la realidad en El Molinón mostró a un equipo que lo entregó todo a los visitantes, teóricos favoritos, y a otro que olió el miedo. El Sporting dio un paso atrás, el Espanyol se vino arriba y mostró una de sus mejores versiones. Durante muchos minutos únicamente se vieron rayos blanquiazules mareando a sombras rojiblancas. Entre medias, las quejas arbitrales de casi siempre, con ese barullo en el que se ha convertido lo que es una mano, un manotazo o un simple “yo solo pasaba por allí”.

La realidad manda. Y la realidad en El Molinón mostró a un equipo que lo entregó todo a los visitantes, teóricos favoritos, y a otro que olió el miedo. El Sporting dio un paso atrás, el Espanyol se vino arriba y mostró una de sus mejores versiones

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El que se quiera quedar con el enemigo externo está en su derecho. El mismo que el de preguntarse si el Sporting tuvo centro del campo, donde los buenos y caros, los que deben aparecer en días así, estuvieron en muchas fases del partido como Chuck Norris en su trilogía sobre la guerra de Vietnam: desaparecidos en combate. Djuka volvió a cumplir y dio luz a los suyos. Al final, el plan salió a medias y otro punto para el zurrón. Aprender a sufrir también es importante.     

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