RR está de moda. Rubén Reyes ficha, desficha, da doctrina deportiva y echa una mano (o dos) al área económica del Oviedo descolgando el teléfono para cerrar un jugoso contrato de patrocinio. Pero lo que vale es lo único que al final importa a los clientes y usuarios del espectáculo: ganar. En el caso de la casa azul, la “movida” de estos días es no creer que todo está hecho por haber ganado al Almería de Rubi.
De nada valdrían las palmaditas en la espalda y los puñetazos en el pecho a lo Tarzán del otro día si el Oviedo llega a Amorebieta y saca su versión “low cost”. Un mal resultado no sería el fin del mundo, pero sí otro capítulo más que vendría a engordar esa leyenda de que el Oviedo siempre patina cuando tiene su sueño cerca, el sueño de, por una vez, presentar su candidatura al play-off de ascenso.
En el caso de la casa azul, la “movida” de estos días es no creer que todo está hecho por haber ganado al Almería de Rubi.
Mientras, a 28 kilómetros, las cosas siguen por el camino que el “fúrgol” les ha querido marcar esta temporada. Aunque los fichadores no tendrán queja. Gallego salió con todos los nuevos –con permiso de Ramírez, que a su vez se lo tendrá que pedir a Djuka, el “amu les camisetes”– ante el Eibar.
No querían ver a Jony, pues toma taza y media, a pesar del miedo que había en algunos sectores de que el hijo pródigo se rompiera después de tantos meses sin jugar si se le sacaba antes de tiempo. Por lo demás, el Cholo Simeone le pega un viaje al Xavi entrenador, que, ¡oh, sorpresa!, ha dejado fuera de lista de la Liga Europa al joven Alves, su primer fichaje. Cosas veredes.
