La opinión sobre el derbi: La sonrisa de Alcaraz

A Carlos Alcaraz le preguntaron, después de su segundo partido en el Masters 1.000 de Madrid, por la razón de la mejoría en su juego después de un primer encuentro que había generado dudas. «La clave ha sido sonreír, disfrutar…», remarcó el tenista murciano ante una pista central contagiada del entusiasmo que transmite su juego. Dio una explicación alejada de un análisis técnico, dando a entender que la actitud también da buenos golpes, que la confianza hace que lo trabajado fluya. La alegría que de un tiempo a esta parte ha desplegado el Oviedo, ayudó a alejarse del precipicio al que no hace mucho tiempo se asomó. El equipo atenazado, que había sido antes, al que dio paso el desbocado y descontrolado de principio de temporada, se ha soltado. Se ha liberado y sonríe, y con él la grada. No es este un equipo que no sepa tener la posesión (lo ha demostrado) ni tampoco que no sepa asociarse y jugar, que solo tenga que centrarse en defender. Lo han dejado claro los jugadores diferenciales, cuando han cogido la forma. Y el mercado de invierno ha aportado, y mucho. Y unos han hecho mejores a los otros y al igual que Alcaraz han sonreído. Lo ha hecho Borja Sánchez, tras superar las lesiones, o Camarasa, al que tenemos la obligación de convencer para que nos eche una mano y prolongue el disfrute. Tras cinco victorias seguidas, solo cabe continuar en la misma senda. Saltar al césped con Alcaraz como ejemplo.

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