En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: Esa Copa que mola a algunos

En Lugones brindan, en Gijón piensan en el Albacete y en Oviedo Carrión se pone duro con los suyos

Luis Carrión, durante un entrenamiento

Luis Carrión, durante un entrenamiento / Luisma Murias

Pablo González

Pablo González

La madreñina «furgolística» tendrá ración doble de la Copa que más mola. En especial el Atlético de Lugones, que hará historia al enfrentarse a un equipo de Primera como es el Rayo Vallecano. Seguro que los sierenses hubieran preferido a otro de los equipos de la élite, alguno con más tirón, pero tampoco hay que quejarse por vicio. El sorteo también ha hecho que por Oviedo se vaya a dejar caer el Deportivo, al que el Covadonga espera como agua de mayo por eso de la taquilla y de la gente que suele acompañar al equipo gallego, el ejemplo más reciente de que hay que saber administrar las glorias pasadas no se nos vayan a atragantar y arruinar el presente y el futuro. Cualquier ascenso es complicado, pero lo de meter la cabeza en el fútbol profesional, y más después de haberlo sido casi todo, es un complejo proceso. Por eso conviene no olvidar el caso del Dépor, sobre todo aquellos que quieren morder más de lo que pueden masticar, pero, ante todo, pagar en tiempo y forma.

Por lo demás, ya empieza a oler a nueva jornada. El Sporting espera sacarle partido en forma de puntos a su viaje a Albacete, plaza que se le suele dar bien. Mientras, a 28 kilómetros, Carrión demuestra que tiene garras y dientes. Algo vio el técnico de moda en la capital que no le gustó del entrenamiento de sus muchachos que se puso rojo de ira pidiendo más intensidad. No está el Oviedo, a pesar de la remontada de las últimas jornadas, para seguir regalando puntos. Y el entrenador azul lo sabe, de ahí la bronca que se escuchó en Latores, donde esperan que un día de estos entren los topógrafos a medir. Solo queda por concretar en qué año lo harán, ¿oyisti, güey?

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