En territorio comanche

La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: La fiesta en paz

Los azules analizan su derrota en Anduva y en Gijón cumplen dos objetivos: ganar para seguir segundos y recuperar a Djuka para la causa

Gaspar pugna con un jugador del Eldense.

Gaspar pugna con un jugador del Eldense. / Marcos León

Pablo González

Pablo González

Tras la derrota, la primera en mucho tiempo, del Oviedo en Anduva llegan horas y días de análisis de los motivos. Nada nuevo bajo el sol. Lo cierto es que los números señalan que el principal problema de los de Carrión es de eficacia en el área contraria. Los azules son uno de los equipos menos goleadores de Segunda, con una media de menos de una diana por partido (15 en 17). Les salva que son los que menos encajan, solo superados en este aspecto por el Leganés, el líder de la categoría. Ya saben, amiguinos y amiguinas, eso de la teoría de la manta corta. Pero si los azules quieren aspirar a más tendrán que ponerse a buscar soluciones a un problema que ya tuvieron la temporada pasada, que cerraron como el tercer equipo que menos puerta vio. Igual, solo igual, el problema no era el Almirante y su apuesta por un "fúrgol" amarrategui.

Mientras, a 28 kilómetros el Sporting sigue disfrutando de los goles de Gaspar. El gijonés ya suma ocho, uno más que los que hizo la pasada temporada con el Burgos. El "7" ya es sin duda uno de los fichajes de esta temporada. Como siga así no tardaremos en leer y escuchar que hay no se sabe cuántos equipos que se interesan por hacerse con sus servicios. Por lo demás, lo que importa, los de MAR ventilaron el partido frente al Eldense. Los tres puntos mantienen a los gijoneses segundos, que era uno de los objetivos, además de que rompiera su sequía Djuka. Buen gol y ya nos explicarán el gesto en la celebración. Con lo bien que marcha el asunto tengamos la fiesta en paz, ¿oyisti, güey?

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