No es un partido más

Ante la importancia del encuentro del sábado entre rojiblancos y azules

Pedro Allongo

Pedro Allongo

Cuando allá por septiembre de 2017 el Real Oviedo se enfrentaba al Real Sporting en El Molinón después de muchos años de burlas y mofas, se recurrió a dos frases míticas y que pasarán a los anales de la historia futbolística asturiana: "Es un partido más" y "son solo tres puntos". Bien es verdad que con el paso de los años, y al producirse más enfrentamientos, estas afirmaciones se fueron diluyendo, pero a día de hoy aún queda algún poso.

La segunda en el plano de la competición es cierta, nadie pone en duda que el valor de los puntos en juego es el mismo. Al final de año el puesto que ocupas en la clasificación te lo dan los puntos logrados y estos valen lo mismo en El Molinón que en La Romareda o en El Sardinero.

La primera no se la cree absolutamente nadie. Si un derbi como el asturiano se considera un partido más, el fútbol ya le quedaría muy muy muy poco de lo que era. La rivalidad entre equipos cercanos existió, existe y existirá, porque va implícito en el ADN de competir. Tú a nivel personal o profesional siempre vas a querer superar a aquel que tienes más cerca. ¿Cuántas veces oímos en deportes de motor que tu principal rival es tu compañero de equipo? En el fútbol tu mayor rival, aunque algunos se nieguen en aceptarlo, es aquel que tienes más cerca. Ejemplos hay casi tantos como regiones en este país. Negar lo contrario, es negar la evidencia. Cuando el sábado se ponga el juego el balón, comienza un partido que no es un partido más, en un derbi, es una rivalidad, en competir en la misma competición contra tu mayor rival y eso para mí, no es un partido más.

¡Hala Oviedo!

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