Opinión | Fútbol es fútbol

La opinión de Antonio Rico: Anclas y desayunos

Sobre el cambio de objetivo del Girona: de candidato a la Liga a soñar con jugar la Liga de Campeones

1. Anclas, aviones, trenes e himnos. George Bailey dice en "¡Qué bello es vivir!" que los sonidos más excitantes del mundo son la cadena del ancla al levarse, el motor de los aviones y el silbido del tren. George siempre quiso viajar, conocer mundo, salir de Bedford Falls, pero las circunstancias hicieron que se quedara en su ciudad natal dirigiendo la vieja compañía de empréstitos que fundó su padre. Para los futboleros, los sonidos más excitantes del mundo son el grito de un gol en la grada, el pitido final del árbitro cuando nuestro equipo gana 1-0 y… el himno de la Liga de Campeones. No es extraño que Míchel, el sensato entrenador del Girona, diga que su equipo va a luchar no por ganar la Liga, sino por jugar la próxima temporada la Liga de Campeones. ¿Habría algo más excitante para el Girona que el sonido de la cadena del ancla al levarse sobre la salvación de la categoría, el motor de los aviones a punto de despegar hacia un mítico estadio europeo y el silbido del tren de la historia? ¿Habría algo más excitante que el himno de la Liga de Campeones en el estadio Montilivi?

2. Desayunos, comidas y cenas. El tío Billy, que perdió ocho mil dólares de la compañía de empréstitos (más bien, el señor Potter se los hurtó), tiene otra opinión. Los sonidos más excitantes son: el desayuno está servido, la comida está servida, la cena está servida… Sonidos cotidianos, seguros, tranquilos y felices. No todos los equipos de fútbol pueden aspirar a escuchar el himno de la Liga de Campeones en su estadio. Las anclas levándose, los motores en marcha y los silbidos del tren están muy bien y son excitantes pero, como le sucedió a George Bailey, las circunstancias muchas veces nos impiden conocer mundo y debemos conformarnos con vivir felices en Bedford Falls. El Almería está sufriendo esta temporada y sus aficionados sueñan no con barcos, aviones, trenes e himnos, sino con una victoria que el fútbol, a veces tan injusto, les está negando. Hay vida futbolística más allá de los grandes estadios, las grandes competiciones y los himnos. El Almería sabe que los sonidos más excitantes son: el desayuno de la Liga está servido, la comida de la victoria está servida y la cena de la permanencia está servida. La alegría de jugar la próxima temporada en Bedford Falls puede ser igual, o mayor, que la alegría de escuchar la próxima temporada el sonido de las cadenas, los motores y los silbidos rumbo al himno de la Liga de Campeones.

3. Equipos que cambian el mundo. Si el Girona consigue clasificarse para disputar la Liga de Campeones la temporada que viene, muchos intentarán rebajar la alegría del viaje recordando que será un viaje de ida y vuelta porque el lugar natural de equipos como el Girona es Bedford Falls. Bueno, bueno. El filósofo británico Simon Blackburn reconoce que las ideas son el silbido de la máquina, puesto que lo que mueve el mundo es el tiempo y la circunstancia, la tierra, la comida, las armas, el dinero, las fuerzas económicas y sociales. Es decir, lo que mueve la Liga de Campeones son los grandes y riquísimos equipos. Pero Blackburn también niega que las ideas sean inertes hasta el punto de que nadie haya experimentado un cambio con la lectura de alguna obra de religión, moral o política. Hay libros que cambian el mundo, y hay equipos que cambian el fútbol. O no, pero vamos a pensar que es cierto y que no solo el Girona puede clasificarse una vez para la Liga de Campeones, sino cambiar el mundo del fútbol desde Bedford Falls. ¿Por qué no escuchar los sonidos de la cadena del ancla, del motor de los aviones y del silbido del tren con el desayuno, la comida y la cena servidos?

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