Opinión | Fútbol es fútbol

Groucho Marx, un filial de cine y latigazos al mar

1. Cuestión de principios. No sé por qué el Athletic Club no puede aparcar su famosa "garra" en algún momento, o por qué el Real Madrid tiene que ganar siempre con la eficacia un poco aburrida de un electrodoméstico alemán, o por qué el Barça no puede renunciar a su "toque" sin que tiemblen las estructuras del nuevo Camp Nou. Damas y caballeros, estos son mis principios; si no les gustan, tengo otros. Los equipos de fútbol deberían grabar en un cartel esta frase atribuida a Groucho Marx que podría causar tanto miedo a los rivales como el mítico "Esto es Anfield" en el estadio del Liverpool. Un equipo de fútbol no siempre tiene que ser un fiero león, un fiable electrodoméstico alemán o una elegante película de Lubitsch. Los principios futbolísticos son los que son, pero si no funcionan en un partido siempre se pueden cambiar por otros. Pensé en esto viendo el partido de cuartos de final de la Liga de Campeones femenina entre el Barça y el Brann. El equipo noruego tiene unos loables principios de buen trato al balón y de comienzo de las jugadas al toque, pero eso era veneno ante un Barça que asfixiaba sin desmayo. Damas y caballeros, estos son mis principios; pero si el Barça no me deja ponerlos en práctica, tengo otros: patadón. La arruga puede ser bella y el patadón no siempre es feo.

2. La segunda unidad al rescate. La buena temporada del Barça B es coherente con el buen resultado de las incorporaciones de futbolistas del filial al Barça. Los equipos filiales que mejor funcionan son los que juegan como si fueran una segunda unidad. En el cine, la segunda unidad se suele ocupar de las escenas de acción o que requieren efectos especiales, y también de planos de transición con dobles. En el rodaje de una película, la segunda unidad es, por supuesto, importantísima y debe ser mimética, es decir, debe tener el mismo estilo que la principal en la forma de rodar de manera que el director de la segunda unidad ha de copiar el estilo del director que firma la película. Un equipo filial eficaz también debe copiar el estilo del primer equipo, la fotografía y los encuadres deben ser los mismos, y también los decorados y el vestuario. ¿Eso significa que un director de la segunda unidad que trabaja con un equipo filial podría dar el salto al primer equipo y convertirse en el director de la película? ¿Rafa Márquez debería ser el entrenador del Barça tras la marcha de Xavi a final de temporada? ¡Ah!

3. Luis Enrique en el Helesponto. En su marcha hacia occidente, el rey persa Jerjes ordenó construir un puente de barcos para cruzar el Helesponto para que su enorme ejército pudiera cruzar el mar. Esta descomunal obra de ingeniería tuvo que luchar contra los elementos, porque un temporal destruyó el puente antes de que se terminara y los persas tuvieron que empezar de nuevo. Jerjes, enfadado, ordenó dar trescientos latigazos al mar y arrojar grilletes para someterlo. Luis Enrique, el entrenador del PSG, está enfadado con la anunciada fuga de Mbappé y con el temporal que esa decisión ha desatado y que se ha llevado por delante el puente con el que pretendía cruzar el Helesponto de la Liga de Campeones. El entrenador asturiano ha decidido castigar al mar, es decir, dar latigazos a Mbappé sustituyéndolo partido tras partido y poner grilletes a su juego para someterlo. Pero al mar no le afectan los latigazos ni los grilletes. A Mbappé, tampoco. Eso sí, Jerjes y Luis Enrique pueden presumir de su poder en Persia y en el PSG. De momento.

Suscríbete para seguir leyendo