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Brote de conflictividad laboral en Asturias

Los 12.000 trabajadores de la limpieza, camino de una huelga por los salarios

Las negociaciones del convenio se rompen y los sindicatos preparan una movilización

Los empleados del sector de la limpieza de edificios en Asturias serán llamados a la huelga en enero en protesta por el bloqueo de la negociación de su convenio colectivo y contra los recortes sociales que, denuncian los sindicatos, pretenden aplicar las organizaciones patronales (Udelimpia y Aspel). UGT, CC OO y USO han dado por rotas las negociaciones con los empresarios y ya están preparando el terreno para la movilización. Los términos de las protestas se concretarán el próximo día 26 en una asamblea a la que están convocados los trabajadores de un sector que ocupa a 12.000 personas, el doble de los que de forma directa emplea Arcelor-Mittal.

Los trabajadores de la limpieza llevan dos años con el sueldo congelado. Las patronales han planteado que no haya subidas este año y aplicar en 2016 un incremento que las centrales consideran "ridículo". Los sindicalistas han denunciado también que las empresas quieren aplicar recortes sobre algunas de las mejoras sociales y complementos que disfrutan los empleados asturianos de la limpieza de edificios y locales.

Las patronales (Udelimpia, que representa a las pequeñas compañías, y Aspel, a la que pertenecen las de mayor tamaño) han puesto sobre la mesa de la negociación la necesidad de congelar la antigüedad de los actuales trabajadores y suprimir este complemento para las nuevas incorporaciones. También quieren cambios en las retribuciones en caso de incapacidad temporal por intervención quirúrgica. Ahora, los empleados de baja cobran el 100 por ciento del salario durante el tiempo que tuvieran que ausentarse de su puesto. Las empresas quieren reducir significativamente ese porcentaje, señalaron las centrales.

Ambas partes llevan negociando desde marzo, pero con muy pocos avances desde entonces. Hartos de la postura de las empresas, que alegan que la situación económica no está para muchas alegrías ni concesiones, los sindicatos decidieron dar por rotas las negociaciones y comenzaron a preparar el terreno de la movilización. "En unos días celebraremos una asamblea con la idea de ir a una huelga, previsiblemente después de las Navidades", señaló la secretaria de organización de la Federación de Servicios (FES) de UGT, Herminia Canillas. La magnitud de las protestas aún está por discutir.

"Son recortes que no podemos permitir", destacó Canillas. En el anterior convenio, las centrales habían aceptado acuerdos conservadores para sobrellevar la crisis. Por entonces, se pacto congelar los sueldos durante 2013 y 2014, por lo que el último incremento en las nóminas de estos empleados se remonta a 2012. Ese convenio expiró el pasado 31 de enero y la ultraactividad (la extensión de la aplicación del convenio aunque su vigencia haya caducado) terminará en septiembre del año que viene. A partir de ahí, las empresas tendrían mano libre para decidir las condiciones laborales de sus trabajadores.

"La patronal sólo quería congelar los sueldos y aplicar recortes, de ahí no los pudimos sacar. No hay manera de poder llegar a un acercamiento", señaló la secretaria de organización de la Federación de Construcción y Servicios de Comisiones Obreras (CC OO) en Asturias. Y añadió: "Nosotros reclamábamos una subida de los salarios que fuera lineal. Por lo que no vamos a pasar de ninguna forma es por una congelación de las nóminas ni por una reducción de los permisos".

Las negociaciones ya llegaron a estar completamente rotas en mayo, pero ambas partes las habían retomado últimamente para intentar llegar a un acuerdo. De nuevo sin ningún éxito.

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