Las plantas asturianas de Arcelor-Mittal están produciendo a pleno pulmón y cuentan con una buena cartera de pedidos. La multinacional siderúrgica descartó ayer que puedan tomarse en Asturias medidas drásticas de ajuste como la que acaba de aprobar para la acería eléctrica de Sestao (la ACB). Esta planta suspenderá su producción a principios de febrero de forma "indefinida" debido, sobre todo, a la presión de la competencia china y su impacto sobre los precios de los productos que se fabrican en la instalación vasca (bobinas en caliente y decapadas). "En Asturias hay tranquilidad, aquí las fábricas son multiproducto, lo que es una ventaja, y la de Sestao estaba afectada por múltiples factores", señaló una fuente del gigante siderúrgico.

Esos condicionantes a los que alude la empresa son, además de la competencia de la siderurgia asiática, el alto precio de la factura eléctrica, la crisis en la que está inmersa la compañía alavesa Condesa (uno de los principales clientes de la ACB y que tiene una planta en Asturias) y el creciente coste de la chatarra, principal materia prima que se usa en Sestao. "Es como una tormenta perfecta", aseguró ayer Alberto Villalta, portavoz de UGT.

Asturias podría llegar a captar parte de la producción que se deje de realizar durante los próximos meses en Sestao. Están en juego unas 350.000 toneladas de acero. "Es algo que está en estudio, porque a algún sitio deberá de trasladarse", señalaron desde la multinacional. La otra opción es que los pedidos se deriven a la planta de Foss (en Francia), donde también se produce bobina en caliente de unas calidades similares a las que la multinacional hace en el País Vasco. De hecho, Alberto Villalta apunta que en los últimos trimestres Asturias había cedido producción a la instalación sestaotarra para intentar paliar los problemas por los que atravesaba. Pero el camino inverso es, a juicio de los sindicatos, complicado. Los representantes de las centrales dudan que puedan traerse pedidos desde Sestao hasta Asturias porque, señalaron, las instalaciones regionales están funcionando prácticamente a su máxima capacidad.

Los sindicalistas son de la misma opinión que la empresa y consideran difícil que en las plantas asturianas pueda llegar a cerrarse ningún taller, ni prevén por ahora ajustes significativos de la producción, a pesar de los bajos precios inducidos por la competencia china. El portavoz de CC OO José Manuel Castro señala que "nuestra producción está a tope y hay una buena cartera de pedidos". Sin embargo, la bobina caliente de Sestao se estaba quedando sin mercado, ya que este producto está llegando en grandes cantidades desde China y a unos precios muy por debajo de su coste.

El anuncio de la suspensión "temporal" pero "indefinida" de la producción de la acería eléctrica cayó como un jarro de agua fría sobre los trabajadores vascos. La plantilla entera, 335 empleados, irá al expediente de regulación de empleo que tiene en marcha multinacional para hacer frente a estos bandazos de la producción. El sindicato LAB advirtió ayer que el cese de la actividad podría ser "un nuevo caso de deslocalización" y reclamó a la compañía un nuevo plan de viabilidad. Los trabajadores de Sestao ya han sufrido durante los últimos años recortes y tenían una parte importante de sus salarios ligada a los resultados de la planta, que lleva perdiendo dinero muchos trimestres. Y la instalación paraba cada poco. La última vez había sido durante unos días en diciembre, aunque Arcelor decidió arrancarla a principios de enero. La diputación de Vizcaya aseguró ayer estar "extremadamente preocupada" por la situación de la instalación y exigido a la empresa que le aclare cuál es su futuro.

Ésta no es la única instalación de Arcelor que pasa por problemas por la caída de pedidos y la competencia china. La multinacional que preside Lakshmi Mittal ha puesto el cartel de "se vende" a la planta que tiene en Steelton, en el estado de Pensilvania, en pleno corazón acerero de Estados Unidos.