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Jesús Saurina, "esperanza blanca" del Banco de España

Economista de origen aragonés y muy vinculado a Asturias, asciende a una de las direcciones generales en un momento crucial para la institución

Luis María Linde.

Jesús Saurina Salas, nuevo director general de Estabilidad Financiera y Resolución del Banco de España, vinculado a Asturias desde hace dos decenios por matrimonio y con residencia habitual de veraneo y descansos en Salinas (Castrillón), es una "esperanza blanca" de la institución, aseguró el viernes una persona que conoce bien las interioridades del supervisor financiero.

La autoridad bancaria, que fundamenta su razón de ser en el prestigio y la credibilidad como primera condición, no pasa por los mejores momentos de su historia: hay divisiones internas en el área crucial de supervisión, se cuestiona su papel en la última crisis financiera, y su anterior gobernador y tres altos responsables acaban de ser declarados bajo investigación judicial (antigua imputación) por la salida de Bankia a Bolsa.

El ascenso de Saurina, hasta ahora director del departamento de Estabilidad Financiera, a la dirección general de Estabilidad Financiera y Resolución, se precipitó el miércoles por la promoción de su antecesor, Julio Durán (persona afín y de máxima confianza del gobernador, Luis María Linde), para cubrir la vacante causada en la dirección general de Supervisión por las dimisiones que siguieron a las imputaciones.

Aunque el nombramiento de Saurina puede entenderse -dadas las circunstancias- como improvisado, su designación "no causó sorpresa" en el caserón de la madrileña plaza de Cibeles. "Se sabía que algún día iba ocurrir. Los hechos sobrevenidos han acelerado su carrera, pero era algo esperado. No es un conejo sacado de la chistera. Tiene mucho prestigio dentro y fuera de la casa", afirmó un conocedor de las interioridades del regulador y supervisor bancario.

En otros medios conocedores también se subrayó esta condición desde que se supo su designación. Se le tildó como "uno de los mejores valores" de la institución y con grandes posibilidades de futuro en la organización.

Saurina nació en 1966 en Lérida, aunque en realidad es aragonés. Integrante de una familia dedicada al agro en Albelda (Huesca), en la frontera con Cataluña, concilió los estudios con el trabajo de sol a sol en la recolección de frutas para ayudar a sus padres. Se licenció en Ciencias Económicas en la Universidad Autónoma, de Barcelona (1984-1989); cursó un posgrado en el Centro de Estudios Monetarios y Financieros (1989-1991) y se doctoró en Economía en 2000 por la Universidad Complutense, de Madrid.

Al Banco de España se incorporó seis años antes, en 1994, con 27, como economista de la dirección general de Supervisión. Este dato es muy relevante porque, aunque a partir de 2000 se vinculó al área de regulación (en la que ahora consuma su acenso a la máxima responsabilidad), en su trayectoria ha transitado por las tres grandes vertientes de un banco central: a su experiencia durante seis años en supervisión y durante dieciséis en regulación suma desde el miércoles, al acceder a la dirección general de Estabilidad, las competencias en resolución (liquidación ordenada de entidades crediticias inviables).

Saurina dejó las labores de supervisión cuando el 2000 el Banco de España creó la división de Estabilidad Financiera, de cuya dirección fue responsabilizado. Cinco años más tarde se le encomendó la dirección del departamento del mismo nombre.

Desde entonces ha sido el responsable de coordinar y elaborar el informe de Estabilidad Financiera que el Banco de España publica dos veces al año, del seguimiento del sistema bancario nacional, y de realizar análisis y estudios sobre las entidades de depósitos españolas.

En estos casi diecisiete años últimos ha tenido una intensa actividad internacional como conexión entre el Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE), la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y diversos organismos reguladores globales: participó en las directrices de política regulatoria macroprudencial del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) y del Comité de Supervisión Bancaria (BCBS) del Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS), el banco central de los bancos centrales.

Desde 2012 fue responsable de la realización y seguimiento de las pruebas de resistencia a las que se sometieron las entidades bancarias españolas; ha colaborado con organismos internacionales, centros académicos, supervisores y bancos centrales en materia formativa sobre regulación bancaria y estabilidad financiera (y en particular sobre la innovación española de las provisiones contracíclias), y ha publicado artículos de referencia en revistas especializadas.

Ahora forma parte del Comité de Estabilidad Financiera del BCE y del comité de asesoramiento técnico consultivo de la Junta Europea de Riesgo Sistémco en el sector financiero.

La dirección general de Estabilidad Financiera y Resolución del Banco de España, de la que se hizo cargo el miércoles, agrupa desde su remodelación en 2015 tres departamentos: el de Estabilidad Financiera (que hasta ahora dirigía Saurina y que tiene encomendado el desarrollo de políticas macroprudenciales para evitar y prevenir crisis bancarias), el de Resolución (que prepara planes de liquidación preventivos de entidades inviables) y el de Información Financiera y Central de Información de Riegos (CIR), que valida y custodia la información que de forma obligatoria deben remitir al Banco de España las entidades financieras sujetas a supervisión.

Vinculado a Asturias por su esposa desde hace más de dos décadas, el matrimonio y sus cuatro hijos veranean habitualmente en Salinas, donde el nuevo director general de Estabilidad Financiera practica el paseo diario por la playa y las incursiones en bicicleta en vacaciones y algunos puentes. La localidad castrillonense es su principal refugio en tiempo de asueto.

Apasionado por el fútbol y forofo del Barça (una identificación que es de conocimiento general en la sede madrileña del Banco de España), en su 50º aniversario recibió como regalo conyugal un futbolín.

Saurina habla catalán, es un lector habitual de historia militar en inglés y francés, da clases los sábados por la mañana en un centro universitario madrileño y se desplaza al trabajo en tren desde su domicilio en la extrarradio de la ciudad.

Se le atribuye un perfil muy técnico y nada político, y por colaboradores y personas que lo tratan en el Banco de España Saurina fue descrito como "afable y cercano".

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