El expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Modesto Crespo, en el banquillo por la quiebra de la entidad, alegó esta semana en su defensa que carecía de conocimientos y que su papel era institucional, lo mismo que dijo en su día el exresponsable de Caja de Castilla-La Mancha (CCM) J. Pedro Hernández Moltó.

Crespo está siendo juzgado junto a siete exdirectivos de la entidad, intervenida por el Banco de España en 2011, acusados de estafa, falsedad contable y cobro indebido de 47 millones de indemnizaciones. En su defensa alegó que "hasta quince días antes" de la intervención las noticias sobre el estado de la caja "eran siempre positivas". Su labor al frente de la CAM se limitó a "ayudar", pues carecía de "conocimientos técnicos y contables" sobre una actividad que no le interesaba, por lo que el resto de directivos no le preguntaban. Hasta el punto de que, durante el fallido proceso de fusión con otras cajas como Cajastur, Crespo no asistió a la reunión con los directivos del resto de entidades porque se fue "a visitar 'outlets' de zapatos con las señoras" de los otros representantes.

El argumento recuerda al empleado por el expresidente de la CMM, condenado a dos años de cárcel, y que durante el juicio alegó que su papel era el de mero "animador sociocultural".