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La banca amplía la tregua de la deuda y varias familias pretenden invertir en la ingeniería

La empresa y sus acreedores siguen acercando posturas para cerrar un acuerdo y prolongarán tres meses la suspensión de cobro de débitos

Duro Felguera y la banca acreedora siguen aproximando posiciones para la recapitalización, refinanciación y cambio de dirección en la ingeniería asturiana, y en las próximas horas tienen la voluntad de firmar una prórroga por otros tres meses del acuerdo por el que desde el 4 de julio las entidades financieras dejaron de cobrar a la compañía del principal de su deuda y sus intereses para dar tiempo a una negociación sin asfixia financiera para la sociedad.

La renovación de esta moratoria, que iba a vencer el próximo sábado, se produce por el nuevo clima de entendimiento que está habiendo entre las partes, constatado desde mediados de mes, y el avance en las conversaciones.

Fuentes de las partes negociadoras confirmaron esta progresión, las gestiones para la venta de activos y el compromiso de acometer una ampliación de capital. A su vez, también ratificaron la aceptación por los actuales accionistas mayoritarios de un cambio en la cúpula, con el relevo de Ángel del Valle como máximo dirigente de la compañía, y la proclividad de la banca acreedora a permitir que la marcha de Del Valle se demore temporalmente, como éste pretende, hasta que esté encauzada la solución negociada para la compañía.

Fuentes de la negociación, que ya habían asegurado hace dos semanas que existían diversos inversores dispuestos a aportar capital para reforzar la sociedad y hacerse con su control, ratificaron que persiste este interés: "Hay dinero dispuesto a acudir a la operación", dijeron ayer.

En medios de la negociación se confirmó que algunos de estos grupos, tal y como aseguró ayer "El Confidencial", son familias capitalistas españolas que manejan fondos, sicavs, sociedades y otros vehículos de inversión. Su identidad no fue desvelada. También persisten las conversaciones con el fondo británico Bybrook Capital y otros aspirantes.

Los medios consultados aseguraron que la prórroga se hace de mutuo acuerdo y en virtud de que las conversaciones entre empresa y acreedores, y entre éstos y los posibles futuros accionistas de referencia, progresan adecuadamente, por lo que se atisban altas probabilidades de resolver el problema y que Duro Felguera salga de este proceso con una capitalización más elevada, una deuda menor y una nueva dirección y plan de negocio.

Para contribuir a la viabilidad del proyecto, la banca acreedora (fundamentalmente, los seis grandes bancos españoles, liderados en este caso por el Santander como mayor acreedor, con mucha diferencia sobre el resto) están dispuestos a permutar al menos la mitad de la deuda bruta de Duro (que asciende a 360 millones, aunque la neta son unos 240 millones) en capital y acciones de la compañía, lo que implicaría la incorporación de las entidades financieras al accionariado de la empresa y un doble efecto de refuerzo de su solvencia: más capital y menos deuda. Una fuente financiera precisó ayer que la aportación de la banca acreedora podría ser aún mayor. "La conversión en acciones de la mitad de la deuda es para empezar a hablar", dijo. La ampliación total de capital de la que se está hablando, con la entrada de nuevos accionistas y el canje de deuda por títulos, se sitúa en 100 millones, aunque podría llegar a ser superior, según medios financieros.

El consejero de Empleo de Asturias, Isaac Pola, expresó su confianza en que habrá un "buen resultado final". Y dirigentes de Industria de CC OO y UGT, que hoy se reunirán con la dirección de Duro, pidieron ayer que se despeje la incertidumbre sobre el futuro del grupo. La asamblea de trabajadores, integrada por comités y delegados de varias sociedades del grupo, tacharon de "ilegítimo" cualquier preacuerdo al que se llegue sin su consentimiento.

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