La aprobación en el Congreso de los Presupuestos Generales del Estado supuso anteayer un paso determinante para la subida extra de las pensiones incorporada al proyecto a raíz de las condiciones que impuso el PNV al PP a cambio de sus votos. La revalorización efectiva se producirá con la entrada en vigor de las cuentas públicas, algo que ocurrirá en un mes, de forma que el dinero llegará a los más de 280.000 pensionistas asturianos a partir de julio por dos vías: con el incremento de las dos nóminas correspondientes a ese mes (la ordinaria y la extra del verano) y mediante una tercera paga por de atrasos. Este último ingreso será superior a los cien euros para una mayoría de jubilados.
Conforme a las explicaciones del Ministerio de Empleo y considerando los ingresos medios de los pensionistas asturianos, las subidas y la compensación de los atrasos se abonarán como se explica en los siguientes puntos.
El 1,6%. Con carácter general, las pensiones contributivas de la Seguridad Social subirán el 1,6% este año. A partir de julio, las nóminas se actualizarán con un incremento equivalente a la diferencia entre ese 1,6% y el 0,25% que los jubilados ya cobran desde enero, escuálida revalorización que ha atizado durante este año las movilizaciones de los pensionistas. Antes de que acabe julio, el sistema abonará también los atrasos del período enero-junio. Para el caso de un jubilado del régimen general con ingresos iguales a la media (unos 1.445 euros al mes), la subida mensual será de 19,4 euros y la paga de atrasos, cercana los 117. En el supuesto de un autónomo que cobre la pensión media de jubilación (694 euros), el ingreso extra mensual no llegará diez euros y la compensación se quedará en 56 euros. Un jubilado tipo de la minería cobrará 30 euros brutos (antes de impuestos) más de pensión y 180 de atrasos.
El 3%. El acuerdo presupuestario sobre las pensiones incluye un revalorización singular del 3% para las pensiones contributivas mínimas, percibidas por unos 50.000 asturianos, y para las clasificadas como no contributivas, prestaciones muy modestas y de carácter asistencial que tienen 9.000 beneficiarios en la región. Una aproximación al impacto de la revalorización del 3% en estos casos puede ser el siguiente, una vez descontado el 0,25% en vigor desde enero: un jubilado con más de 65 años y sin cargas familiares que perciba la pensión contributiva mínima (606,7 euros) cobrará 18 euros más desde julio y un cheque de atrasos de 108 euros; si se trata de una pensión no contributiva de jubilación (349 euros mensuales), la subida será de 9,5 euros y la paga de atrasos de 57.
Las viudas. Según una estimación del Gobierno, 17.500 de las más de 80.000 asturianas que cobran pensiones de viudedad se beneficiarán de la reforma modifica el cálculo de sus ingresos, pasando del 52% de la base reguladora del cónyuge fallecido al 56%, lo que equivale a una subida del 7,69%. Quienes cumplan los requisitos para ello -tener más de 65 años, no cobrar otra pensión, no trabajar ni disponer de ingresos complementarios o carecer de cargas familiares (porque quienes las tienen ya cobran el 70% de la base)- podrán solicitar el nuevo cálculo de su nómina a partir de la entrada en vigor de los Presupuestos del Estado. Fuentes del Ministerio de Empleo precisaron que en este caso la mejora de la pensión no tendrá efectos retroactivos desde enero. No obstante, el decreto que regula esta reforma contempla que, para las viudas que soliciten acceder al 56% de la base reguladora y acrediten cumplir las referidas condiciones, la mejora surtirá efectos a partir de los tres meses anteriores a la solicitud. Este incremento de las pensiones de viudedad es compatible y adicional a las otras subidas aprobadas para 2018 (la general del 1,6% o la del 3% para las pensiones mínimas).
